Uno menos en la ya exigua lista. El Gobierno de Honduras rompió el sábado relaciones diplomáticas con Taiwán y acto seguido, este domingo, las ha establecido con la República Popular China en un acto oficial en el que el ministro de Exteriores del país centroamericano, Eduardo Reina, y su homólogo chino, Qin Gang, han firmado un comunicado conjunto. Tegucigalpa “reconoce la existencia de una sola China en el mundo”, y a Pekín como su único Gobierno legítimo, dice el texto. “Taiwán forma parte inalienable del territorio de China”, añade.
El giro no es ninguna novedad sino la constatación de una inexorable trayectoria diplomática. La isla autogobernada, que Pekín reclama como parte inalienable de su territorio y a la que Estados Unidos da apoyo militar, ha perdido nueve aliados diplomáticos desde 2016, cuando la actual presidenta Tsai ing-Wen llegó al poder al frente del Partido Progresista Democrático, de corte soberanista.
Taipéi ha ido perdiendo aliados formales desde que en 1971 cedió su asiento a Pekín en Naciones Unidas. En estos momentos solo 13 Estados, y ninguno de peso, mantienen lazos oficiales con este enclave convertido también con el paso de las décadas en uno de los puntos de fricción del teatro geopolítico, el epicentro del choque entre Washington y Pekín en la región de Asia Pacífico.
La inmensa mayoría de países han dado el mismo paso —España lo hizo hace justo ahora 50 años—, una condición necesaria para poder mantener relaciones oficiales con la China comunista. Mientras, las capitales suelen sostener lazos extraoficiales con Taipéi a través de oficinas comerciales.
El precio de la ruptura: 410 millones de euros, según Taiwán
Como sucede en muchas rupturas, el dinero ha jugado un papel clave, según ha criticado el Gobierno taiwanés. El precio de la ruptura estaría en 442 millones de dólares (unos 410 millones de euros), según el ministro de Exteriores de la isla, Joseph Wu, quien ha asegurado este domingo haber recibido una carta de su homólogo hondureño reclamando esa cantidad para construir una presa hidroeléctrica, un hospital y asumir parte de la deuda nacional del país latinoamericano. Este tipo de prácticas “es como ofrecer sobornos”, ha censurado Wu en una comparecencia recogida por la agencia oficial taiwanesa CNA.
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“No nos enzarzaremos en una competición sin sentido de la diplomacia del dólar”, ha subrayado la presidenta, Tsai Ing-wen, a través de un comunicado en el que ha lamentado “profundamente” la ruptura. “Estos últimos años, China ha utilizado persistentemente todos los medios para suprimir la participación internacional de Taiwán, intensificar sus intimidaciones militares contra Taiwán y perturbar la paz y la estabilidad regionales”, ha añadido.
En el comunicado suscrito entre China y Honduras, Pekín le “agradece” el cambio de postura a su nuevo socio. El texto señala cómo ambos Ejecutivos acuerdan establecer relaciones “amistosas” sobre la base del mutuo respeto a la soberanía y la integridad territorial, la no interferencia en los asuntos internos respectivos, la igualdad, el mutuo beneficio y la coexistencia pacífica.
Durante el mandato anterior en Taiwán, bajo la batuta del presidente Ma Ying-jeou (2008-2016), del partido nacionalista Kuomingtan, más próximo a Pekín, se vivió un período de acercamiento entre China y la isla, que llegó a cristalizar en un encuentro histórico con el presidente chino, Xi Jinping.
El ahora expresidente Ma tiene previsto aterrizar en China esta semana, en un viaje que marca la primera vez que un mandatario o exmandatario taiwanés aterriza en la República Popular desde 1949. Fue entonces cuando el bando nacionalista, capitaneado por Chiang Kai-shek, perdió la guerra civil china frente a los comunistas de Mao Zedong, y se refugió en la isla de Taiwán. Allí establecieron un Gobierno al que denominaron República de China.
Mientras, la actual presidenta tiene previsto viajar, también esta semana, a Estados Unidos de la forma en que suelen hacerlo los líderes del enclave: en tránsito hacia alguno de los escasos socios latinoamericanos que siguen reconociendo oficialmente a Taiwán.
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