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Hospitales israelíes se preparan para la gran ofensiva terrestre

Hospitales israelíes se preparan para la gran ofensiva terrestre

“Esto forma parte de la unidad de cuidados intensivos. Empezamos con 21 camas”, señala a RFI un enfermero del hospital Beilinson de Petah Tikva, al noreste de Tel Aviv.

Muestra el cuarto sótano del hospital. La planta era inicialmente un estacionamiento y ahora se ha convertido en un ala de tratamiento.

El doctor Mihal Steinman supervisa este hospital subterráneo.

Trasladamos la unidad de cuidados intensivos a la planta baja porque sabemos que, en este tipo de situaciones, podríamos necesitar más camas para cuidados críticos. En la planta habitual hay entre 18 y 20 camas. Aquí ya tenemos 40 y, si es necesario, transformaremos toda la planta en una unidad de cuidados intensivos, con hasta 90-100 camas.

El sótano también alberga dos departamentos de medicina interna, cuyas camas pueden reasignarse. Antes estaban ubicados en la parte superior del edificio, pero el centro de Israel es blanco habitual de cohetes. Han vaciado las dos plantas superiores por motivos de seguridad.

Si comienza a llegar un gran número de heridos, el hospital deberá encontrar nuevos recursos humanos para tratar a los pacientes, señala el profesor Yaron Niv, director del hospital subterráneo.

“Los médicos y enfermeros con experiencia en unidades de cuidados intensivos no son muy frecuentes. Por eso estamos identificando a todo el personal con esta experiencia trabajando actualmente en otros lugares”, explica.

El jefe del ala subterránea ha elaborado una lista de profesionales de otros departamentos que puedan movilizarse rápidamente.

Médicos reservistas

Israel ha movilizado a unos 360 mil reservistas para preparar una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza.

Esta movilización está teniendo impacto en la economía del país porque entre el 15 y el 20% de los empleados del sector de la alta tecnología han sido llamados a filas por el ejército.

“Unos 120 médicos y enfermeras de nuestro hospital fueron llamados. Entonces hay escasez de mano de obra porque estos jóvenes han sido llamados a filas. Hay muchos otros, como yo, que estamos aquí porque ya no servimos en el ejército”, destaca Niv.

El hospital ha recibido además un sinnúmero de solicitudes del extranjero, dice el doctor Steinman, encargado de contratar enfermeros. “Es increíble la cantidad de gente, sobre todo judía, que nos ha escrito. Por ahora nos las arreglamos. Pero estamos creando un sistema para organizar a estos voluntarios en caso de necesitarlos”, explica.

Las escuelas permanecen cerradas y el hospital ha abierto una guardería para que los hijos de sus empleados puedan acudir al trabajo.

Foto: Reuters


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