“Andan sepultando a los muertos en la madrugada para que no se sepa, ya ni van al Ministerio Público”, señala ‘Samuel’, un habitante de Huajicori, que pide cambiar su nombre y voz ante el miedo de que le pase algo por su testimonio, pero asegura que quiere que se difunda lo que pasa en la sierra de Huajicori.
Que hay muertos, enfrentamientos, desplazamientos, desaparición y reclutamiento de personas en las comunidades rurales de este municipio de Nayarit.
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En Huajicori son apenas 12 mil 230 habitantes repartidos en 170 comunidades rurales y su cabecera municipal. La cifra facilita que los criminales puedan detectar y localizar a las personas, incluso desplazarlas sin que puedan defenderse. Además, datos del INEGI cuentan que el 26% de la población es indígena.
En redes sociales, habitantes principalmente de la cabecera municipal, anunciaron la instalación de 7 centros de acopio en Tepic, Acaponeta y Xalisco, para recibir ropa, alimentos, agua, productos de higiene y otros, para personas indígenas naayerij, wixáritaris y o’dam que convirtieron a la plaza principal y sus banquetas en refugio.
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Algunas personas afectadas, de las que todavía no hay un censo, dicen provenir de La Mesa de los Ricos, El Llano, Mineral de Cucharas, Acatita, La Quebrada, Las Sillas y San Andrés Milpillas.
Para darles alimento, la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios habilitó este lunes, un comedor en la casa pastoral ‘en atención a las víctimas del desplazamiento forzado de la parte serrana de Huajicori’. Esto lo anunció en su Facebook porque el personal del lugar ya no quiere declarar. La fe tiene miedo.
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“Hay personas desaparecidas, hay personas que están siendo obligadas también a trabajar en eso. Hay reclutamiento en varias comunidades indígenas, se llevan a niños de secundaria para ponerlos como carne de cañón al frente de los combates”, insiste Samuel.
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Dice que los colores de las enaguas y las ropas de las personas indígenas que llegaron a la cabecera contrastan con la desolación que se siente en las localidades por las que ha tenido que pasar, y en las otras, ni se acerca porque los nuevos inquilinos son forasteros con armas y movimientos amenazantes.
También contrasta que Nayarit, conocido por sus playas paradisíacas y su atractiva oferta turística, ha sido escenario de alianzas criminales. El exfiscal Édgar Veytia, de la administración 2012-2017, sentenciado por narcotráfico en Estados Unidos, confesó haber proporcionado protección y cometido crímenes en colaboración con grupos delictivos.
Por eso, siete años después, la noticia de lo que ocurre en Huajicori sacude a todas las personas.
Hace un mes, el 2 de junio, luego de que acudió a votar, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, se encontró con medios de comunicación quienes le preguntaron sobre la seguridad durante la Jornada Electoral, y aprovechó para sugerir que daría un informe sobre “la realidad” del estado.
“Espero con mucho optimismo, con mucha alegría la jornada, pero sin dejar de ver la realidad que quiero comentárselas apenas pase este proceso, en los próximos días, de cuál es la realidad que estamos viviendo en Nayarit”.
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Luego, hizo referencia al pasado, y dijo que entre 2003 y 2004, había advertido “situaciones delicadas“.
“Yo les dije en el 2003, 2004, cuidado, podemos pasar de la disputa de estados a disputa de plazas ¿de acuerdo? se los dije de aquel entonces y tenemos que tener mucho cuidado que los que lleguemos a gobernar no seamos dependientes de nadie más que de la sociedad”. A un mes de la advertencia, el informe no se ha publicado y se espera contenga información sobre lo ocurrido en Huajicori.
La creciente inseguridad en Huajicori
Fernando, otro vecino de la cabecera municipal, a quien también se le cambió la identidad. Recuerda que desde hace “unos cuatro o cinco años”, los carteles de Jalisco y de Sinaloa llegaron a la región, pero “se había mantenido como cierta estabilidad, porque no molestaban“, pero el último año, ya afectaron a las personas.
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El gobierno de Nayarit, encabezado por el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, de Morena, reaccionó hasta este lunes respecto a las advertencias de desplazamientos forzados y otras situaciones en Huajicori.
En un comunicado explicó que, junto con autoridades federales, impusieron un operativo de seguridad y “mantienen reforzados los principales accesos carreteros y diversas localidades para prevenir actos delincuenciales”.
También, advirtió que revisarán “transportes y autos particulares que transitan por la localidad”, pero de refugios, atención a las personas desplazadas, no hizo anuncios.
Fernando, se dice inconforme con la respuesta gubernamental. “Es solamente como para resguardo de las de las personas que se han quedado en esos lugares, pero no para hacer una persecución o atacar a los grupos que han estado afectando, ¿no? O sea que se prevé que esto continúe, que las personas no puedan regresar pronto a su casa”.
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Una mujer que no quiso ser grabada, mencionó que las personas están empezando a moverse de la plaza principal de Huajicori porque van a la costa a la cosecha de mango y así conseguir empleo, aunque sea temporal, porque además de perder sus casas también perdieron sus animales. Lo único que no pierden “es la esperanza de regresar“.
Según conteos informales de vecinos, en la plaza principal y alrededores, permanecen entre 70 y 80 personas, aunque la cifra es fluctuante porque también se empiezan a desplazar hacia Acaponeta, Tecuala y Tepic.
Antes de cerrar la información, llegó a esta reportera un mensaje de una persona pidiendo no dar sus datos, pero señalando que incluso autoridades educativas han callado esta situación y que en algunos casos ya concluyeron el ciclo escolar debido a la inseguridad en la zona.
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