Iberdrola ha planteado a los sindicatos un ajuste de unos 1.500 puestos de trabajo, en torno al 15% de su plantilla en España, así como como un recorte de ventajas para sus empleados como la luz gratis. Estas iniciativas suponen un punto de partida en la negociación del nuevo convenio colectivo de la eléctrica.
La empresa inicia las negociaciones con el anuncio a los sindicatos de que tiene un exceso de plantilla de 1.500 personas en España. A cierre del año pasado, la plantilla de Iberdrola en España ascendía a casi 9.600 empleados y 3.300 superan los 51 años. Además, la empresa plantea recortar la tarifa de luz gratis para empleados y pasar de 10.000 kilovoltios gratis a 6.300 kv, el nivel de consumo de un hogar medio.
El proceso se puede dilatar muchos meses y que el punto final puede quedar muy lejos de esta propuesta. Probablemente, en todo caso, la reducción de plantilla se abordaría en gran medida mediante jubilaciones anticipadas con cargo a la compañía. Las negociaciones entre sindicato y empresas se iniciaron el pasado martes, después de que el 10 de septiembre la compañía denunciara el actual convenio colectivo, vigente hasta el próximo 31 de diciembre, para comenzar de manera inminente las negociaciones del que será su octavo convenio.
Los sindicatos, por su parte, también han puesto de inicio unas condiciones que van desde incrementos salariales entre el 1,5% y el 3,7% fijo y consolidable a un incremento adicional ligado a resultados de entre el 1,5% y el 3,25%. Además, han planteado una reducción de hasta el 7% de las horas anuales de trabajo (1.670 horas) y la concesión de una nueva paga por antigüedad y otra por firma de convenio, así como un plan de pensiones con aportación de la empresa al 100% para todos los empleados.
Igualmente, solicitan una extensión de la póliza sanitaria para todos los familiares de los empleados, un incremento de los días de vacaciones vinculado a los años de antigüedad, así como jornadas más flexibles y mejoras en conciliación y permisos.
Los sindicatos han criticado la urgencia en abrir las negociaciones para el nuevo convenio colectivo por parte de la compañía en plena pandemia, que califica de poco oportuna. UGT ha mostrado su malestar por esta decisión, y ha afirmado que “el entorno y la realidad sanitaria no son propicios”, por lo que no se debería abordar negociaciones “tan transcendentes como un convenio colectivo mientras la situación sanitaria se mantenga en la actual incertidumbre”.
Por ello, ha estimado que en estos momentos la denuncia unilateral y anticipada “no se ajusta a lo estipulado en el artículo 4 del convenio colectivo, donde se establece un plazo de preaviso de un mes a la fecha de su vencimiento”.
Además, ha subrayado que “sería difícilmente entendible un convenio a la baja con la compañía en máximos”, ya que “no hay ningún parámetro actual en la marcha de la empresa que pueda justificar cualquier tipo de recorte o degradación en las condiciones laborales de Iberdrola”, informa Europa Press.
La empresa ganó el primer semestre 1.845 millones de euros, lo que representa un incremento del 12,2% respecto al mismo periodo del ejercicio pasado, y reafirmó unas previsiones de ganancias para 2020 en niveles de digito simple medio/alto, así como su su política de remuneración a sus accionistas, a pesar del entorno aún incierto por los efectos de la pandemia de la covid-19.
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