IBM anunció hoy que ha desarrollado un pequeño sensor que se coloca en la uña de una persona para ayudar a controlar la efectividad de los medicamentos utilizados para combatir los síntomas de la enfermedad de Parkinson y otras enfermedades. Junto con el software personalizado que analiza los datos, el sensor mide cómo el clavo se deforma cuando el usuario agarra algo. Debido a que virtualmente cualquier actividad involucra agarrar objetos, eso crea una gran cantidad de datos para que el software los analice.
Otra forma de obtener estos datos sería unir un sensor a la piel y capturar el movimiento, así como la salud de los músculos y los nervios de esa manera. El equipo observa que los sensores basados en la piel pueden causar muchos otros problemas, incluidas infecciones, por lo que decidió observar el uso de los datos de cómo se doblan las uñas de una persona.
En su mayor parte, sin embargo, las uñas no se doblan mucho, por lo que el sensor tenía que ser bastante sensible. “Resulta que nuestras uñas se deforman, se doblan y se mueven, de forma estereotipada cuando las usamos para agarrar, agarrar e incluso flexionar y extender los dedos”, explican los investigadores. “Esta deformación es generalmente del orden de micrones de un solo dígito y no es visible a simple vista. Sin embargo, se puede detectar fácilmente con sensores de tensión. Para el contexto, un cabello humano típico tiene entre 50 y 100 micrones de ancho y un glóbulo rojo suele tener menos de 10 micrones de ancho “.
En su versión actual, los investigadores pegan el prototipo a la uña. Debido a que las uñas son bastante duras, existe muy poco riesgo de hacerlo, especialmente cuando se compara con un sensor que se asienta sobre la piel. Luego, el sensor habla con un reloj inteligente que ejecuta modelos de aprendizaje automático para detectar temblores y otros síntomas de la enfermedad de Parkinson. Ese modelo puede detectar lo que está haciendo un usuario (abrir un picaporte, usar un destornillador, etc.). Los datos y el modelo son lo suficientemente precisos para rastrear cuándo los usuarios escriben dígitos con sus dedos.
Con el tiempo, el equipo espera poder extender este prototipo y los modelos que analizan los datos para reconocer otras enfermedades también. Sin embargo, no hay información sobre cuándo este sensor podría salir al mercado.
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