Iceta reabre la investigación sobre la posible expoliación del palacio de Asdrúbal de Cartagena

Panorámica del cerro del Molinete (Cartagena), incluida en el libro de Iván Negueruela.
Panorámica del cerro del Molinete (Cartagena), incluida en el libro de Iván Negueruela.

La batalla arqueológica sobre el cerro de El Molinete (Cartagena), un yacimiento romano-cartaginés en mitad de la ciudad bimilenaria donde se alzó el palacio del general Asdrúbal, no ha acabado. El Ministerio de Cultura que dirige Miquel Iceta ha reabierto una investigación sobre posibles daños al patrimonio que su antecesor, José Manuel Rodríguez Uribes, había cerrado en junio pasado. En su primera decisión, el ministerio no halló mala praxis en las excavaciones llevadas a cabo en la loma y aceptó que se levantaran 120 pisos en su base, terrenos donde se han detectado restos arqueológicos de hace 2.200 años, entre ellos los muros de dos edificios romanos relacionados con las salazones y una cisterna púnico-romana, además de un tramo de la calzada. Eso sí, con la condición de que las antiguas estructuras permanecieran visibles y visitables en los sótanos y aparcamientos privados de los nuevos edificios. Pero ahora, el departamento que encabeza Iceta, al recibir una nueva denuncia de la Coordinadora de Defensa del Cerro del Molinete por supuesto “expolio”, ha decidido volver a estudiar el asunto.

El caso se remonta a 2015, cuando el director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), Ivan Negueruela, publicó el libro El magnífico palacio de Asdrúbal en Cartagena. En esta obra, prologada por el catedrático y anticuario perpetuo de la Real Academia de la Historia (RAH) Martín Almagro Gorbea, sostiene que bajo el cerro, tapado por toneladas de tierra y cemento, se encuentra el palacio de Asdrúbal. Para llegar a estas conclusiones, Negueruela se basó en las dimensiones del otero y en las terrazas o grandes escalones que son visibles en su perfil actual. Supuestamente, su base era triangular y estaba estructurado en forma escalonada e incluía salas, almacenes, salones de representación o de ceremonias, todos unidos por rampas. La técnica de construcción fue, sostiene Negueruela, la de ángulos sexagesimales, habitual en las culturas púnicas, mesopotámicas y egipcias, que establece las longitudes mediante la multiplicación de codos de 52 centímetros de longitud.

Eso, a la postre, significaba denostar la labor de los equipos de investigación municipales y universitarios, encabezada por el catedrático José Miguel Noguera, que habían excavado los 26.000 metros cuadrados del yacimiento sin encontrar por ningún lado rastro del supuesto palacio. Por eso, el Ayuntamiento levantó sobre El Molinete un parque arqueológico con grandes calles, una cafetería, arbolado y zonas para niños dejando visibles los que están considerados restos cartagineses, romanos o medievales, así como un molino de viento. En la base de la loma y en parcelas próximas se edificó un museo que incluye una recreación espectacular de lo que fue el antiguo foro romano. En el resto de las parcelas que rodean el montículo sin construir se desarrolla la lucha arqueológica. En dos de ellas, el Ayuntamiento quiere levantar los citados pisos.

Ante esta situación, Negueruela denunció en el ministerio lo que él consideraba un “atentado contra el patrimonio”, ya que en su opinión se habían destruido las terrazas del palacio para hacer el parque arqueológico, dejando oculta bajo toneladas de tierra (ya cemento) la construcción cartaginesa.

Debido a estas graves acusaciones, el ministerio de Rodríguez Uribes ―Negueruela es un reputado experto internacional― envió a Cartagena a principios de año una comisión de especialistas. Recabaron toda la información que tanto el Ayuntamiento ―promotor de las viviendas― como el Gobierno de la Región de Murcia ―responsable del patrimonio local― les proporcionaron. Y sin realizar ninguna excavación para comprobar las suposiciones del director del Arqua, cerraron el caso por “la falta de evidencias para determinar la existencia de expoliación provocada durante las actuaciones arqueológicas”. Destacaron también “la musealización de los restos históricos y de adecuación del cerro como parque que tuvo lugar en los años 2010 y 2011, en el marco de la realización del proyecto parque histórico-arqueológico”.

Pero ahora, el nuevo equipo ministerial confirma que “la Coordinadora de Defensa del Cerro del Molinete presentó una denuncia diferente a la ya tramitada [la de Negueruela] y resuelta”. El pasado 27 de julio, el ministerio comunicó a la coordinadora el inicio de actuaciones, consistentes en la petición de informes al Ayuntamiento de Cartagena y a la Región de Murcia. El pasado 19 de agosto, se recibió respuesta del Ayuntamiento de Cartagena, “pero aún se está a la espera de la respuesta de la Región de Murcia. Una vez recibidos ambos informes, el ministerio resolverá, señalan fuentes ministeriales.

La denuncia de la coordinadora, un documento de 23 páginas, sostiene que para la “instalación de juegos infantiles y vegetación se metió maquinaria pesada en la zona arqueológica sin haber realizado una excavación en extensión, realizando además desmontes de la colina para incrustar la construcción de la cafetería dentro de esta colina”.

Los denunciantes piden también que “se investigue de dónde salieron las toneladas de escombros que una excavadora estuvo tirando sobre parte de la zona de la Morería [donde se proyectan las viviendas]”. Reclaman, asimismo, que Cultura obligue al Ayuntamiento a “excavar todo el yacimiento e impida sacar a la venta ninguna parcela” y, si fuera necesario, las expropie. La espada larga de doble filo que blandió Asdrúbal sigue alzada.


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