Científicos del Scripps Research, la Universidad de Chicago y la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí, en Estados Unidos, identificaron un nuevo ‘talón de Aquiles’ del virus de la gripe, lo que supone un avance en la búsqueda de una vacuna universal contra esta enfermedad.
Los anticuerpos contra una sección del virus ignorada durante mucho tiempo, a la que el equipo denominó “ancla”, tienen el potencial de reconocer una amplia variedad de cepas de la gripe, incluso cuando el virus muta de año en año, según explican en un artículo publicado este jueves en la revista ‘Nature‘.
“Siempre es muy emocionante descubrir una nueva vulnerabilidad en un virus porque allana el camino para el diseño de vacunas. También demuestra que, a pesar de todos los años y esfuerzos de investigación sobre la vacuna contra la gripe, todavía hay cosas nuevas por descubrir“, explica uno de los coautores de la investigación, Andrew Ward, profesor de Biología Estructural y Computacional Integrativa en Scripps Research.
Al identificar los sitios de vulnerabilidad a los anticuerpos que son compartidos por un gran número de cepas variantes de la gripe se pueden diseñar vacunas que “se vean menos afectadas por las mutaciones virales”, explica otro de los autores, el doctor Patrick Wilson.
Los anticuerpos de ‘ancla’ que describen se unen a dicho sitio. “Los propios anticuerpos también pueden desarrollarse como fármacos con amplias aplicaciones terapéuticas”, detalla Wilson.
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Las vacunas contra la gripe suelen inducir al sistema inmunitario a generar anticuerpos que reconocen la cabeza de la hemaglutinina (HA), una proteína que se extiende hacia fuera desde la superficie del virus de la gripe. La cabeza es la región más accesible de la HA, lo que la convierte en un buen objetivo para el sistema inmunitario; por desgracia, también es una de las más variables. De un año a otro, la cabeza de la HA suele mutar, lo que hace necesarias nuevas vacunas.
Los investigadores diseñaron vacunas experimentales contra la gripe para que sean más universales, estimulando al organismo a crear anticuerpos contra la región del tallo de la HA, menos variable, que se extiende como un tallo entre el virión de la gripe y la cabeza de la HA. Algunas de estas vacunas universales contra la gripe se encuentran actualmente en los primeros ensayos clínicos.
En este nuevo estudio, el equipo de científicos caracterizó 358 anticuerpos diferentes presentes en la sangre de personas a las que se les había administrado una vacuna contra la gripe estacional, que estaban en un ensayo de fase I de una vacuna universal experimental contra la gripe o que se habían infectado naturalmente con la gripe.
Muchos de los anticuerpos presentes en la sangre de los participantes eran anticuerpos que ya se sabía que reconocían la cabeza o el tallo de la HA. Sin embargo, un grupo de anticuerpos nuevos destacó: los anticuerpos se unieron a la parte inferior del tallo, cerca de donde cada molécula de HA se une a la membrana del virión de la gripe.
Denominaron a esta sección de la HA el ancla, y comenzaron a estudiarla más a fondo. En total, los científicos identificaron 50 anticuerpos diferentes contra el ancla de la HA, procedentes de un total de 21 individuos.
Descubrieron que los anticuerpos reconocían una variedad de virus de la gripe H1, que representan muchas cepas de la gripe estacional. Algunos de los anticuerpos también fueron capaces de reconocer las cepas pandémicas H2 y H5 de la gripe en pruebas de laboratorio. Y en ratones, los anticuerpos protegieron con éxito contra la infección por tres virus de la gripe H1 diferentes.
“Para aumentar nuestra protección frente a estos virus altamente mutantes, necesitamos tener tantas herramientas como podamos. Este descubrimiento añade una diana más altamente potente a nuestro repertorio”, apuntan los autores.
Estos anticuerpos parecen ser bastante comunes en las personas y pertenecen a una clase de anticuerpos que el cuerpo de cualquier persona puede producir, una consideración importante a la hora de diseñar una vacuna que estimule su desarrollo.
“El sistema inmunitario humano ya tiene la capacidad de fabricar anticuerpos contra este epítopo, así que sólo es cuestión de aplicar métodos modernos de ingeniería de proteínas para fabricar una vacuna que pueda inducir esos anticuerpos en cantidades suficientes”, añaden al respecto.
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Los investigadores afirman que las futuras iteraciones mejoradas de una vacuna universal podrían tener como objetivo generar anticuerpos de anclaje. Hasta ahora, los científicos que diseñan vacunas universales no habían prestado atención a la inclusión de la región de anclaje del tallo como objetivo. Lo ideal sería que una vacuna universal contra la gripe diera lugar a anticuerpos contra múltiples secciones del virus (como el ancla de la HA y el tallo) para aumentar la protección frente a los virus en evolución.
Los investigadores están planeando futuros estudios sobre cómo diseñar una vacuna que se dirija más directamente al ancla de la HA de las diferentes cepas de la gripe. (Europa Press)
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