«Me caí al suelo y estaba buscando una vía de oxígeno que no llegaba, me retorcía… Te sorprende ese dolor tan agudo en el pecho, me retorcía». Estas son las durísimas palabras que ha encontrado Iker Casillas para describir la sensación que sintió el 1 de mayo de 2019. Aquel fatídico día, el portero sufrió un infarto de miocardio mientras entrenaba con el Porto FC que puso en jaque su vida.
Todo sucedió cuando el ex deportista acudía a su rutina de entrenamientos con el equipo portugués. Cabe recordar que por aquel entonces, Casillas y Sara Carbonero estaban viviendo un momento muy dulce en Portugal. El país vecino los acogió con los brazos abiertos y ellos se enamoraron de su gente, de su cultura y de sus costumbres. Lamentablemente, el ataque al corazón hizo tambalear esa estabilidad tan idílica. Lo que vino después todo el mundo lo sabe y fue una revolución en todos los capítulos de su vida.
Iker Casillas contó hace tiempo que no era para nada consciente de que estaba sufriendo un infarto. De hecho, pensó que se trataba de una reacción alérgica por culpa de las gramíneas, algo que le estaba provocando la falta de aire. Por fortuna, se encontraba en las instalaciones médicas de su club de fútbol y el doctor del equipo portugués se percató de la gravedad de su cuadro, por lo que no dudó en acompañarlo de inmediato al médico.
En un primer momento, todo su mundo se vino abajo: «Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de seis letras que todavía me cuesta escribir», escribió en sus redes sociales. Iker obtuvo el apoyo mayoritario del planeta, el que sigue el fútbol y el que no. Además, tuvo en la figura de Sara Carbonero a uno de sus mejores apoyos. Casualmente, en el momento en el que el corazón de Casillas falló, la periodista se encontraba en Tarifa (Cádiz) por motivos de trabajo, pero volvió a Oporto en cuanto tuvo constancia de la fatalidad.
Iker Casillas y la prevención
El guardameta busca que su experiencia sirva para concienciar a la gente sobre la importancia de acudir al médico con relativa frecuencia: «Quiero transmitir que exista una prevención. Que no pasemos de la salud porque es nuestro bien más preciado. Tiene que haber revisiones de todo tipo». Y apunta: «Con toda la información que tengo ahora no tengo tanto miedo, hay mucha gente detrás para ayudar e intentar prevenir los problemas que tenemos los seres humanos».
Iker Casillas no ha tenido problema en asegurar que cuando conoció el diagnóstico fue presa del pánico y , sobre todo, de las consecuencias que el infarto podría acarrear en él: «Tuve miedo de caminar, de dormir y de hacer esfuerzo físico. Ahora no estoy preocupado, me siento bien. Pero también tengo mucha medicación que me hacen sentir bien. Creo que solo los médicos pueden decir lo que puedo o no puedo hacer», ha finalizado.