Fingir una enfermedad para pedir ayuda económica a otros es una extraña moda que se repite más de lo que creemos. Los trabajadores de la Cadena COPE no han sido los únicos (ni lo serán, desgraciadamente). También el presentador Iker Jiménez y su mujer, la también periodista Carmen Porter.
En su caso, iban caminando por la madrileña calle Alcalá cuando se encontraron con un supuesto cámara con el que habrían coincidido en algún plató de televisión y les paró: “En 20 años de televisión, uno ha visto tantos cámaras que realmente no lo ubicaba”, ha confesado el periodista en su programa.
Su discurso estaba muy bien enhebrado. Mi hija, con cáncer; mi mujer, ingresada… Te aterran en treinta segundos, son profesionales. En cuanto escuchas a esta persona en mitad de la calle, tú con tu éxito, y él, una pobre víctima de la enfermedad más terrible… Hicimos lo lógico, lo que haría cualquiera”, ha continuado.
“Nos pidió dinero diciendo que estaba en una situación terrible en la que no podía llevar ni un juguete para su hija al hospital y claro, a nosotros se nos cayó el alma a los pies. Le dimos todo lo que llevábamos encima”, ha añadido Carmen Porter.
No se dieron cuenta de que se trataba de una estafa hasta que lo compartieron con otros compañeros de profesión: “un buen puñado de compañeros de los medios de televisión se habían encontrado con el mismo cámara, que nunca fue cámara, que inventó ese discurso, que se apostaba en ciertos lugares de Madrid para salir al paso y darte el palo”, ha finalizado Iker Jiménez.