En el escrito con fecha del 2 de mayo, Lieberman Cook señala, en letras mayúsculas, que “…los promoventes No me denuncian de ningún tipo de acoso.” La motivación que “… provocó que un grupo de estudiantes interpusiera una denuncia no es precisamente lo redactado en el artículo en mención.” Señala que sí existe un proceso administrativo en su contra, pero asegura que la razón de éste es porque “ciertos individuos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) utilizan como herramienta la incitación de estudiantes, para abrir procedimientos administrativos en contra de docentes, como su servidor, que se ha quejado de la falta de recursos a La Esmeralda, una de las escuelas de artes visuales más importantes de Latinoamérica, sin acceso real a Internet, sin cafetería, sin servicio médico y sin equipamiento tecnológico, ni mobiliario actualizado.”
Por otro lado, el profesor afirma que el proceso administrativo “carece de imparcialidad” pues sus denunciantes son también testigos, lo que califica como una “desproporcionalidad legal”.
En el expediente, señala Lieberman “…obran 17 cartas de apoyo de alumnos, ex alumnos y docentes a su servidor, que refieren una intachable y comprobable reputación como docente del INBAL y como persona y que contravienen a las supuestas actitudes como docente en el aula a la que hacen relación los promoventes.”
Aquí la réplica de Ilán Lieberman:
Source link