Iñaki Urdangarin se ha vuelto a convertir en el protagonista de la actualidad social, pero no lo ha hecho solo. En esta ocasión, el exduque de Palma ha viajado hasta Barcelona para reencontrarse con sus hijos y con la Infanta Cristina. Una cita que ha tenido lugar justo después del vendaval mediático protagonizado por el todavía cuñado del Rey Felipe a consecuencia de su relación con Ainhoa Armentia.
Habiéndose cumplido tres meses desde que el matrimonio entre Iñaki y Cristina saltara por los aires, ambos han vuelto a reunirse en la Ciudad Condal, haciendo así su primera aparición en público desde que saliera a la luz su “interrupción” matrimonial. Una razón por la que los dos han tenido que hacer de tripas corazón con el objetivo de estar al lado de Pablo, apoyándolo así en otro gran acontecimiento en su vida deportiva de los muchos que ya acumula como jugador del Barça de balonmano.
Era el pasado 20 de abril cuando la familia al completo se presentaba en el Palau Blaugrana para ver al joven enfrentarse deportivamente contra el B. M. Benidorm. La revista ¡Hola! ha sido la encargada de hacer públicas las fotos de la familia, en las que se puede ver cómo todos ellos caminaban hacia el pabellón de manera conjunta, aunque eso sí, destacando especialmente que ni Urdangarin ni la Infanta cruzan ni una sola palabra ni una mirada. No obstante, quien sí mantiene una actitud cariñosa con su progenitor es Irene, que parece haber limado asperezas con Iñaki desde la última visita de éste a Ginebra, pese a que se supo que ella no había digerido bien su romance con Ainhoa Armentia.
En su llegada al polideportivo, todos los miembros de la familia ocuparon asientos, llamando la atención la gran separación existente entre el exduque de Palma y la hija menor del Rey emérito. Y es que, mientras que Urdangarin compartía asiento con Miguel sin desviar en ningún momento los ojos del campo y de su hijo, Cristina optaba por sentarse al lado de una sobrina de Iñaki y de su hija Irene, ocultando parcialmente su rostro con la mascarilla pese a que en ese momento ya no era obligatorio hacer uso de ella. Nada más finalizar el encuentro deportivo, Pablo se acercó hacia donde estaban situados sus allegados para fundirse en un tierno abrazo tanto con su padre como con su hermano Miguel.
Aunque de manera pública los gestos entre el matrimonio brillaron por su ausencia, el medio citado ha podido saber que ambos “compartieron hotel, desayuno y planes con sus hijos”, pero “haciendo su vida personal cada uno por su lado”. Unas palabras que dejan entrever que, pese a haber hecho esta escapada exprés familiar, Urdangarin sigue plenamente volcado en ir más allá con Ainhoa Armentia, algo que parecen haber aceptado ya tanto sus hijos como su ex.
Destacó también la ausencia del hijo mayor, Juan. Pero ni eso impidió que Irene, Miguel y Pablo disfrutaran de la unión familiar que sigue existiendo pese a todo lo acontecido en las últimas semanas.
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