Incendio en zona arqueológica El Tajín deja daños 'reversibles': INAH

Incendio en zona arqueológica El Tajín deja daños ‘reversibles’: INAH

Un incendio presuntamente provocado dañó gravemente pinturas de la cultura totonaca en la zona arqueológica de El Tajín que se conoce como el principal centro ceremonial del pueblo indígena mesoamericano en Veracruz.

De acuerdo con testimonios de habitantes y trabajadores de la zona arqueológica, el incendio la pasada madrugada de este miércoles en el área del edificio de Los Murales de la zona arqueológica.

Los testigos del siniestro también reportaron la quema de una membrana protectora de los murales que quedó adherida a las obras realizadas entre los años 900 y 1000.

El mural dañado había sido intervenido por los arqueólogos en 1984 y el centro ceremonial se registró como bien material cultural en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO desde 1992.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó a través de un comunicado que el incendio de la cobertura plástica sobre los murales  causaron daños, pero las primeras inspecciones indican que son reversibles.

Añadió que especialistas de la zona arqueológica ya se encuentran valorando el alcance de las afectaciones.

“En los próximos días, una vez concluido el dictamen, los especialistas determinarán la mejor estrategia de intervención, a fin de revertir los posibles daños e iniciar, a la brevedad, las tareas de restauración de este valioso testimonio de la cultura totonaca”.

La civilización totonaca tuvo lugar de los años 300 a 1520 durante el periodo clásico tardío así como el posclásico y sus habitantes aún conservan las costumbres.

Los historiadores relatan que la Cultura Totonaca se alió a los españoles para derrotar a los aztecas y quitarse su dominación del centro de lo que ahora es México.

La cultura totonaca también dejó como legado una de las ceremonias más reconocidas, se trata de Los Voladores de Papantla quienes piden al Padre Sol y a la Madre Tierra traer alimentos en la cosecha.

Desde un alto palo, cuatro totonacas se lanzan con una cuerda amarrada para girar 13 veces cada uno de ellos, pues multiplicado por los cuatro voladores da como resultado el número 52 que simboliza el ciclo del Calendario Maya.

(Con información de Christian Granados)


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