Las caídas en las ventas de 2019 suman al tercer año consecutivo con retrocesos, desde 2016, año récord, con la comercialización de 1.6 millones de unidades.
El director adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos (AMDA), Guillermo Rosales Zárate, consideró que la crisis que atraviesa la industria automotríz mexicana podría estar “tocando fondo” en 2020.
En entrevista para Aristegui en Vivo, Rosales explicó que la situación adversa se deriva -en gran medida- de la caída en el mercado doméstico, y para 2020 prevé una caída de hasta 3 por ciento en la venta nacional de vehículos nuevos por cuarto año consecutivo.
Las caídas en las ventas de 2019 suman al tercer año consecutivo con retrocesos, desde 2016, año récord, con la comercialización de 1.6 millones de unidades.
“Entre 2017 y 2019 hemos venido perdiendo casi 100 mil unidades (vendidas) cada año, hasta llegar a 1.3 millones de unidades, al cierre del año pasado”.
De acuerdo con las estimaciones de la AMDA, esta tendencia negativa podría continuar, resultando en un cuarto año ininterrumpido de retrocesos.
“La estimación que tenemos en AMDA es que el mercado doméstico de vehículos ligeros nuevos puede cerrar 2020 por debajo de un millón 300 mil unidades, una caída de entre el 2 y el 3 por ciento”.
“Desde el punto de vista optimista, se podría decir que estaríamos tocando fondo en 2020, para entrar a 2021 en un periodo de estabilidad, y que podamos empezar un lento proceso de recuperación”.
De resultar como se prevé, se estaría visualizando la salida de “una de las crisis más profundas en la historia del mercado automotor en México”.
Rosales, explicó que a partir del 2017 cayó la venta de vehículos compactos por el aumento en las tasas de interés, mientras que en 2019 cayó la compra de vehículos de lujo y deportivos debido a la desconfianza de los consumidores de altos ingresos hacia la política económica de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Hemos llegado al punto en que hay un importante número de solicitudes de crédito autorizadas pero al momento de la firma del contrato de financiamiento para definir la compra, esto no se da por el factor de desconfianza que ha venido creciendo entre los consumidores de mayores ingresos”.