Julieta Romero es multitasking. Se recibió de ingeniera nuclear en el Instituto Balseiro y trabaja, desde hace ya casi una década, para Nucleoeléctrica Argentina. Hace 18 meses se mudó a Francia para trabajar en la sede parisina de la World Association of Nuclear Operators, entidad que agrupa a las compañías que operan centrales nucleares en todo el mundo. Pero la vida cotidiana de Julieta va mucho más allá de analizar la performance de seguridad y sugerir mejoras a las centrales nucleares de todo el planeta.
Personalidad
Julieta no solo ocupa uno de los pocos lugares para mujeres del mundo de las profesiones STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemática, por su acrónimo inglés). De día, dice, es ingeniera nuclear y por las noches se convierte en artista. No es una metáfora sino la pura verdad: es dibujante e ilustradora, diseñadora de vestuario y ahora suma una participación radial como divulgadora de temas científicos. Además, como corresponde a una buena millennial, mantiene una activa participación en redes sociales, especialmente Instagram.
Charlas
En plena pandemia preparó y dio una charla TED, en la que contó que tiene varias pasiones. El video está disponible en YouTube y en el que cuenta cómo fue combinando sus dos amores sin resignar ninguno.
Relata que estudió física en uno de los mejores institutos de América latina, pero no dejó nunca de explorar su lado artístico. Con arte y humor, en su charla no solo repasa su historia, sino que también se hace tiempo para recordar que tantas otras colegas, tuvieron -tienen- que demostrar constantemente que merecen estar donde están.
Proyectos
Entre sus proyectos futuros figura, obviamente, continuar creciendo en su trabajo ligado a la ingeniería y la operación de centrales nucleares, como una manera de dejar definitivamente atrás las energías fósiles.
Pero también planea explorar en el mediano plazo nuevos caminos que combinen sus pasiones: “Me gustaría escribir un libro, ilustrado por mí, enfocado a la divulgación de conceptos de ciencia, de energía, de medioambiente, sobre todo apuntado a llegar a un público infantil”.
Artes
Otro hito original de la vida de Julieta es que siguió siempre insistiendo en explorar y disfrutar sus costados creativos y artísticos. A los 25 años, gracias a su fanatismo por Game of Thrones, descubrió el mundo del cosplay.
Al poco tiempo ya estaba diseñando y cosiendo sus propios vestuarios para participar de convenciones de fans. Hizo cursos de moldería y corte, y llegó a diseñar y coser su propio vestido de casamiento. “Ahora esa actividad la tengo algo abandonada porque consume mucho tiempo y espacio”.
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