Quién le iba a decir a Tamara Falcó que su frase «ni por un nanosegundo en el metaverso» iba a dar tanto juego. La utilizó para explicar cómo le dijo a Íñigo Onieva que nunca le perdonaría una infidelidad por pequeña que fuera. Y no lo hizo. Desde hace días que su ruptura es total, tanto en la vida real como en las redes sociales. Ella ha dejado de seguir a su exnovio y a toda su familia. No quiere saber nada de ellos ni que mucho menos ejerzan de obstáculos para empezar su nueva vida como mujer soltera después de todo el escándalo generado a raíz del famoso vídeo del Burning Man.
Si la vida de Tamara ha cambiado 180 grados tras la humillación pública recibida, qué decir de la de su expareja. Absolutamente desaparecido en el mapa tras confesar su deslealtad el pasado domingo, Íñigo paga las consecuencias de su mala praxis. Quien lo conoce dice que se encuentra en su casa, absolutamente destrozado, llorando y arrepentido por haber perdido a la mujer de su vida. Sin embargo, hay en él una parte de incredulidad por ver la entereza que Tamara Falcó ha mostrado en sus dos apariciones públicas de esta semana, en el evento de Kronos Home y en El Hormiguero.
Su madre, Carolina Molas, llegó a decir que estaba «muy mal», mientras que sus movimientos en la red son inexistentes, más allá de para limitar los comentarios de su perfil. Sin embargo, Isabel Rábago ha confirmado que es muy posible que viaje a Ibiza este fin de semana para acudir con amigos a los closing party de las discotecas del archipiélago balear. Vaya o no, si algo ha quedado claro es que Íñigo ha visto cambiado su escenario personal por completo.
El peaje que está pagando es elevado. No solo ha perdido a su pareja sino que también ha sufrido un escrutinio público por parte de la sociedad. Su número de seguidores en redes ha aumentado, pero las críticas hacia su figura y la empatía generalizada que ha mostrado el país para con Tamara Falcó lo dejan a los pies de los caballos.
Por si fuera poco, en las últimas horas se ha filtrado que podría haberse creado un currículo profesional falso. Así lo aseguraba un testigo al que tuvo acceso Sálvame hace unos días: «No tiene ningún dinero invertido en ningún local de la noche. Es solo relaciones públicas, y tiene un sueldo». Se refiere a su condición de socio fundador de Lula Club, un local de ocio nocturno ubicado en la Gran Vía madrileña, que abrió sus puertas en diciembre de 2021. Y es que, según se especifica en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, los únicos creadores de la discoteca son Ramón Matoses e Ignacio Fernández Fuentes, tal y como mostró ABC. Del mismo modo, tampoco ejercería de director artístico de Wow Concept ni como director de desarrollo de negocios en Mabel Hospitality. ¿Qué pasará con su puesto dentro del organigrama del Grupo Tatel? Recordemos que entre los socios fundadores se encuentra gente de tanto renombre como Rafael Nadal o Pau Gasol.
Obligado a resetear su vida, Íñigo Onieva se refugia en su familia y en sus amigos, consciente de que su error le ha costado una vida cómoda siendo el marido de la marquesa de Griñón. Con todo lo que eso conlleva. Solo ha bastado un nanosegundo en el metaverso para que empiece su caída. ¿Renacerá pronto?