LONDRES — La reina Isabel II fue este domingo la gran ausente en un acto oficial celebrado en Londres por los caídos en combate a causa de un problema de espalda, un nuevo contratiempo que mantiene encendidas las alarmas en el Reino Unido en torno a la salud de la monarca.
Se esperaba que la ceremonia del Domingo de Recuerdo, uno de los actos más importantes del año en la agenda de la reina, de 95 años, fuera su primera aparición pública después de varios eventos cancelados estas semanas por recomendación médica.
“La reina, que ha sufrido una lesión en la espalda, ha decidido esta mañana con gran pesar que no podrá asistir al servicio del Domingo de Recuerdo de hoy en el Cenotafio”, dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado, horas antes de la ceremonia. “Su majestad está decepcionada de perderse el servicio”.
AUSENCIAS POR SALUD
Habría sido, además, el primer acto al que acudiría Isabel II en persona -su último compromiso público fue una recepción para líderes empresariales en Windsor el pasado 19 de octubre- después de haber guardado reposo durante casi un mes por consejo médico.
La reina pasó una noche en un hospital de Londres el mes pasado al que había acudido para hacerse pruebas. Fue su primera estancia en hospital en ocho años. El palacio indicó el 29 de octubre que se le había recomendado descansar durante dos semanas. La jefa de Estado canceló sus planes de asistir a la cumbre climática de Naciones Unidas en Glasgow, Escocia, pero envió un mensaje en video.
El Palacio de Buckingham había dicho el jueves que Isabel tenía previsto seguir la ceremonia en el Cenotafio del centro de Londres desde un balcón, como ha hecho durante varios años.
A pesar de su avanzada edad, esta es la primera vez que Isabel II usa un bastón en un acto oficial de este tipo, aunque en 2003 y 2004 ya se le vio con uno después de una operación de rodilla.
La reina sirvió como conductora militar y mecánica durante la II Guerra Mundial y da una gran importancia a la celebración del Domingo de Recuerdo, una ceremonia solemne en memoria de los sacrificios de los militares caídos. La fecha, que se realiza tras el Día del Armisticio el 11 de noviembre, suele conmemorarse con enseñas de amapolas y el cumplimiento de dos minutos de silencio a las 11 de la mañana.
AUSENCIA RESTA BRILLO A LA CEREMONIA
Deslucido sin la presencia de la monarca, el evento de de este domingo estuvo marcado por la solemnidad y sobriedad militares y, contrario al pasado año, quedó exento de restricciones sociales pese al todavía elevado número de contagios de COVID-19 que este país registra a diario -entre 30,000 y 50,000 en los últimos cuatro meses-.
Como es costumbre, cientos de militares se alinearon alrededor del Cenotafio y casi 10,000 veteranos marcharon en tributo a los caídos en combate, ante la presencia de centenares de viandantes.
La emperatriz cumple 95 años.
Otros miembros de la familia real y políticos lideraron la ceremonia en el Whitehall, el área donde se ubican los edificios gubernamentales, de Londres.
Después de que la infantería de marina tocara “The Last Post”, el príncipe Carlos, de 73 años, colocó la primera ofrenda floral en nombre de la reina, como ha hecho los últimos años. Le siguieron otros miembros de la familia real y el primer ministro, Boris Johnson.
EL PESO DEL TIEMPO DA INICIO A “NUEVA FASE”
Isabel, la monarca británica más longeva y que más tiempo ha gobernado, tiene previsto celebrar su Jubileo de Platino -70 años en el trono- el próximo año.
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La reina ha trabajado desde casa y realizado tareas de despacho durante su periodo de reposo. Ha pasado la mayor parte del tiempo en el Castillo de Windsor, al oeste de Londres, y visitó durante el fin de semana Sandringham, la propiedad de la familia real en el este de Inglaterra.
Pero desde que cumplió 90 años dejó de realizar viajes al extranjero, delegando en miembros más jóvenes de su familia. Sin embargo, mantuvo su atareada agenda oficial.
La autora británica especializada en realeza Penny Junor alerta en declaraciones recogidas este domingo por medios locales, que Isabel II se adentra, a sus 95 años, en una “nueva fase” en la que no se le verá en público con tanta frecuencia.
El duque y la duquesa de Cambridge asistieron al enfrentamiento entre Inglaterra e Italia con su hijo mayor el domingo 11 de julio en el estadio de Wembley.
La experta califica la ausencia de hoy de “muy triste para la Reina” al tratarse del evento del año en el que “realmente, realmente le gusta estar”.
“Recordar a los caídos en combate es una parte de su calendario anual muy, muy importante”, subraya Junor, que coincide con otros analistas en temas de Monarquía de este país en que este hecho generará “ansiedad” entre la ciudadanía por tratarse de otro “contratiempo”.
Joe Little, director gerente de la revista especializada Majesty, señala que la ausencia de hoy “es claramente un contratiempo”, en el que se dan “problemas de movilidad. Llegar desde Windsor con una espalda lesionada y estar de pie 15 o 20 minutos en el Cenotafio no ayuda mucho a alguien de 95 años”.
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