El Instituto de Salud para el Bienestar no cuenta con una base financiera que le permita sostener la atención médica más allá de las elecciones intermedias, advirtió el exprocurador fiscal, Gabriel Reyes Orona.
Ante la crisis financiera que enfrenta el sistema de salud mexicano, el exprocurador fiscal, Gabriel Reyes Orona, calcula que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) tiene la capacidad financiera para durar, cuando mucho, dos o tres años.
Reyes explicó que la fórmula de financiamiento del nuevo sistema de salud consiste en combinar todos los recursos públicos de los estados para solventar los costos de la atención médica, de forma que si algunos de sus integrantes no participan, no habrá recursos suficientes para operar.
“El Insabi es como el socialismo, va a aguantar mientras el capital dure, mientras los recursos públicos que se están destinando para este enorme sistema puedan afrontar los gastos”.
Por ese motivo consideró que es importante para el presidente que los gobernadores priistas se hayan sumado al Insabi, ya que, en medida que más estados se sumen, este mecanismo funciona mejor.
“El hecho de que los gobernadores del PAN no se hayan sumado al esquema va a generar severos problemas y deficiencias que, tarde o temprano, van a generar el colapso de este sistema”, agregó Reyes.
Durante su participación en la Mesa de Análisis de Aristegui en Vivo, el exprocurador fiscal denunció que el expresidente Peña Nieto promovió reformas legales para quitarles obligaciones en materia de salud y así simular su viabilidad financiera.
Por su parte, el ex consejero electoral Alfredo Figueroa advierte que la propuesta de brindar atención universal de salud del gobierno de AMLO “es loable”, pero carente de un proyecto viable y de sustento financiero, por lo que se convierte en un acto de propaganda de la actual administración.
“Creo que en la parte correspondiente a una política pública que intente dar salud de manera universal a la gente, creo que debe celebrarse como un objetivo, pero la idea de que la implementación de este proyecto ha tenido un conjunto de carencias que son muy evidentes, y está delante el gran anuncio propagandístico, de un objetivo loable, pero que carece de toda la claridad que debiera tener”.
En lo que respecta a la oposición de grupos empresariales, y del gobierno de Estados Unidos a las nuevas disposiciones legales para el etiquetado del contenido de los alimentos, Figueroa dijo que espera que “este gobierno no se doblegue” a estos intereses, ya que “está en entredicho a la salud de los mexicanos”.
“El principio fundamental que se tiene que defender desde el Estado es la salud de las personas, y si está en juego la salud si no se le ofrece al consumidor la información para que sepamos qué es lo que estamos comiendo”.
Vea aquí el video completo de la Mesa de Análisis: