La amargura y la acritud de la invasión rusa de Ucrania se derramaron nuevamente en las canchas de tenis del US Open el jueves cuando Victoria Azarenka de Bielorrusia venció a Marta Kostyuk de Ucrania en dos sets, 6-2, 6-3.
Kostyuk, quien ha expresado abiertamente su creencia de que los jugadores de Rusia y Bielorrusia deberían ser excluidos del deporte, se negó a estrechar la mano de Azarenka después de su derrota, y optó por tocar las raquetas con Azarenka cuando terminó.
En abril, Kostyuk y varios otros jugadores de Ucrania pidieron a las organizaciones gobernantes del tenis que preguntaran a los jugadores de Rusia y Bielorrusia si apoyaban la guerra y que denunciaran si no lo hacían. En ausencia de declaraciones en contra de la guerra, Kostyuk y los otros jugadores ucranianos dijeron que los jugadores de Rusia y Bielorrusia deberían ser excluidos de cualquier evento internacional.
“Llega un momento en que el silencio es una traición, y ese momento es ahora”, decía el comunicado de los jugadores.
Hablando con los periodistas en una conferencia de prensa después del partido, Kostyuk explicó que no tenía interés en estrechar la mano de jugadores que no se habían pronunciado públicamente contra la brutalidad de la guerra. También criticó a las jugadoras de Rusia y Bielorrusia por no comunicarse con las jugadoras de Ucrania, varias de las cuales no han podido regresar a casa desde que Rusia invadió su país en febrero.
Kostyuk le envió un mensaje de texto a Azarenka antes del partido para decirle que no le daría la mano después del partido, pero los dos no hablaron de antemano.
Fue la segunda vez en dos semanas que Kostyuk persiguió a Azarenka, quien en años anteriores hizo múltiples apariciones con el presidente Alexander Lukashenko de Bielorrusia. La semana pasada, Kostyuk presionó a los funcionarios de la Asociación de Tenis de los Estados Unidos para que prohibieran a Azarenka participar en una exhibición en beneficio de los esfuerzos de ayuda en Ucrania. El jueves defendió esas acciones, diciendo que habría sido similar a que un alemán asistiera a un acto benéfico para los judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial.
Azarenka había planeado participar en el beneficio hasta que Kostyuk y otros jugadores de Ucrania protestaron.
Poco después de que Kostyuk hablara el jueves, Azarenka realizó su propia conferencia de prensa y defendió sus acciones. Dijo que se había comunicado con jugadoras de Ucrania pero que había enviado los mensajes a través de intermediarios con el WTA Tour, que ella ayuda a administrar como miembro de su Consejo de Jugadores.
“He tenido un mensaje muy claro desde el principio, que estoy aquí para tratar de ayudar, lo cual he hecho mucho”, dijo Azarenka. “Tal vez no sea algo que la gente vea. Y no es por eso que lo hago. Lo hago por gente que lo necesita, jóvenes que necesitan ropa, otras personas que necesitan dinero u otras personas que necesitan transporte o lo que sea. Eso es lo importante para mí, ayudar a las personas que lo necesitan”.
Azarenka dijo que si Kostyuk quería hablar con ella, estaba “abierta en cualquier momento para escuchar, tratar de entender, simpatizar”. Agregó: “Creo que la empatía en un momento como este es realmente importante”.
Las tensiones entre los jugadores de los países en guerra han ido en aumento durante meses.
Iga Swiatek de Polonia, la número 1 del mundo, que realizó su propia recaudación de fondos para los esfuerzos de ayuda en Ucrania y que condenó la invasión, dijo que los líderes del deporte perdieron la oportunidad de manejar esas tensiones cuando estalló la guerra.
“En este momento, creo que es demasiado tarde para arreglar eso”, dijo Swiatek el jueves. “En este momento, es fácil decir que tal vez hubo falta de liderazgo, pero en ese momento tampoco sabía qué hacer”.
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