Miles de redes que vendían certificados de vacunación falsos al mejor postor han sido detectadas por la policía francesa, por lo que se abrieron 400 investigaciones para frenar este negocio ilegal, informó el ministro del interior francés, Gérald Darmanin.
“Tenemos unas 400 investigaciones sobre redes de pases sanitarios falsos; a veces, desgraciadamente, vinculados a profesionales de la salud”, dijo el ministro durante una entrevista con la radio RTL.
En Francia, los certificados de vacunación son necesarios para poder acceder a varios servicios como los trenes, restaurantes, cines y salas de deporte, entre otras cosas.
Los precios de los falsos certificados varían entre 250 a 450 euros, señala el diario Le Parisien. El tráfico es castigado con tres años de prisión y una multa por 45 mil euros, agrega el medio.
Detrás de estas redes hay todo tipo de personas, señalan las autoridades, en particular personal sanitario, como un médico que a finales de noviembre fue acusado de haber vendido más de 220 falsos certificados en mil euros cada uno, según France Bleu.
El médico, sus cómplices y una veintena de clientes fueron detenidos. Según una fuente policiaca, los detenidos que buscaron un certificado falso no se oponían especialmente a la vacunación.
Fue el periodo estival lo que motivó sus compras fraudulentas.
“Algunos países pedían un ciclo completo de vacunación y estos clientes pagaron precios exorbitantes para irse de vacaciones“, dijo a France Bleu, la fuente.
Estos certificados falsos claramente no protegen del virus. Una mujer de 57 años y sin antecedentes de problemas de salud falleció de Covid en un hospital de las afueras de París a principios de diciembre, según informó France Info.
La mujer, que tenía miedo a inmunizarse contra el coronavirus, tenía un certificado falso de vacunación. Una vez enferma de Covid-19, por miedo a perder su certificado y su trabajo, no se atrevió a decir a los médicos que no estaba vacunada.
Fue el marido de la mujer quien le confió esta información.
“Mi mujer me dijo: ‘No digas que no estoy vacunada, di que estoy vacunada’. Hice todo lo posible para que se vacunara”, dijo el marido.
En el hospital donde la mujer murió, varios otros pacientes mintieron sobre su estado de vacunación.
“Un grave error”, según Djilali Annane, jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Raymond Poincaré de Garches, pues se habría podido brindar un tratamiento adecuado a la mujer si se hubiera tenido la información correcta.
RFI
Source link