Realizan cateo en presidencia y tesorería municipal, mientras que el alcalde, Francisco Antonio Villalobos, asegura que se trata de un asunto político-electoral.
Estrella Pedroza
Por presunto enriquecimiento ilícito, Francisco Antonio Villalobos Adán, presidente municipal de Cuernavaca, es investigado por la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción en Morelos, que hoy realizó un cateo en la presidencia y la tesorería municipal.
La tarde de este lunes, por segunda ocasión, se presentaron en las dos dependencias elementos de la Fiscalía Anticorrupción, encabezados por la vicefiscal anticorrupción, Guadalupe Flores, esta vez con una orden judicial de cateo.
Los elementos aseguraron documentos y pruebas, según informa personal de dicha fiscalía.
Se procedió de esta manera porque durante una diligencia realizada el fin de semana, añadieron, los servidores públicos municipales se negaron a proporcionar información.
A finales de marzo, la Fiscalía Anticorrupción recibió una denuncia anónima en la que se acusó al alcalde y a varios funcionarios por presunto incremento injustificado del patrimonio, confirmó personal de dicha dependencia.
Durante este fin de semana, elementos de la fiscalía, encabezados por la vicefiscal, acudieron a la presidencia y a la tesorería para interrogar al personal y recaudar pruebas.
“Mostraron un documento con el que se avalaba el operativo, sin dar mayor explicación”, refirió una trabajadora que pidió guardar su anonimato.
En entrevista, el edil señaló que se trata de un asunto político-electoral, fraguado por extrabajadores municipales y por algunos otros entes políticos.
“Me acusan de muchas cosas, de comprar bastantes vehículos y propiedades, pero formalmente no he sido notificado”, refirió Villalobos Adán.
“Y cuestiono que el operativo se haya realizado con un nivel de hostigamiento, porque amedrentaron al personal; con 30 elementos con armas largas y cortas. ¿Para hacer una notificación o exigir un documento, que aún no tengo claro que fue?”.
Hasta el momento, el edil aún no ha sido notificado y no conoce los detalles de la investigación.
Mencionó que fue extraño el proceder de dicha dependencia, porque dejó vulnerado tanto el sigilo de la investigación (al filtrar documentos a la prensa), la presunción de inocencia y el debido proceso.
No obstante, dijo confiar en el fiscal anticorrupción, Juan Salazar Núñez, a quien consideró totalmente profesional.
“Entiendo que al recibir una denuncia tiene que proceder”, señaló.
Sin embargo, aseguró que detrás de la denuncia están extrabajadores del Ayuntamiento.
“Viene de personas corridas por verse inmiscuidas en temas de armas y de narcotráfico en anteriores etapas de este ayuntamiento”, dijo, “pero hoy este ayuntamiento es ciudadano”.
Aseguró que esas personas están aliadas con entes políticos para dañar su imagen previo a las elecciones.
Por ahora, agregó, no tiene elementos para asegurar que el Gobierno de Morelos esté detrás de esta juego y mucho menos que el gobernador, Cuauhtémoc Blanco, tenga algo que ver.
Denuncia uso de fuerza
Ante el cateo realizado por la Fiscalía Especial Anticorrupción en oficinas del Ayuntamiento de Cuernavaca, Clara Elizabeth Soto Castor, titular de la Contraloría Municipal, acusó un excesivo y desproporcionado uso de la fuerza y la sustracción de documentos confidenciales de la contraloría municipal.
Señaló que ni el gobierno municipal ni la dependencia a su cargo se hacen responsables del destino que se pueda dar a las declaraciones patrimoniales de todos los funcionarios municipales.
Además, aseguró que la administración encabezada por Villalobos Adán otorgó todas las facilidades para llevar a cabo la diligencia, por lo que era innecesaria la presencia de una veintena de agentes con armas largas y cortas, cubiertos con pasamontañas.
Además, destacó que dichos elementos intimidaron a personal de Comunicación Social del Ayuntamiento para que tomaran fotografías y video del cateo, el cual estuvo apoyado también por elementos de la Guardia Nacional.
La titular de la Contraloría Municipal, refirió que no la dejaron tomar nota de las declaraciones patrimoniales que sustrajeron.
“Tampoco me dejaron sacar fotocopias o fotografía, ni me permitieron algún tipo de firma, contra-documentación o acuse de recibo de la documentación que se llevaron”.
De acuerdo con la funcionaria, además de carpetas con archivos y documentos, el personal de la fiscalía sustrajo un equipo de cómputo, el cual se negaron a registrar en la caseta de vigilancia ante requerimiento del personal a cargo de la Policía Municipal, con el argumento de que se trataba de un cateo.