MADRID — La Audiencia Nacional de España escuchó
el lunes testimonios en una investigación sobre si una compañía española espió
a Julian Assange cuando el fundador de WikiLeaks estaba refugiado en la
embajada ecuatoriana en Londres.
El tribunal estudia si la compañía Undercover Global S.L. y su director, David Morales, de ciudadanía española, violó la privacidad de Assange y sus visitantes al grabar clandestinamente sus conversaciones.
Se ha reportado que los datos recabados por la
compañía de Morales fueron entregados a terceros, según documentos judiciales.
Entre los que serán interpelados en la audiencia
del lunes están el prominente juez español Baltasar Garzón, quien es parte del
equipo legal de Assange; el excónsul ecuatoriano en Londres Fidel Narváez y
Stella Morris, asesora legal de Assange y quien hace poco reveló que tuvo dos
hijos con él.
El personal de la compañía española tiene
programado declarar el martes.
Assange, cuyos abogados presentaron una denuncia
ante el tribunal y así iniciaron el proceso de investigación, está encarcelado
en Londres tras ser sacado de la embajada el año pasado.
El gigante asiático tomó esta medida como represalia por la decisión de EEUU de cerrar el consulado en Houston.
Está peleando para no ser extraditado a Estados
Unidos, donde está acusado de espionaje a raíz de las actividades de WikiLeaks.
El tribunal está realizando la investigación como
paso preliminar para decidir si hay suficientes evidencias de ilegalidad como
para iniciar un juicio.
Undercover Global, conocida también como UC
Global, fue contratada por el gobierno de Ecuador para encargarse de la
seguridad en torno a su embajada en Londres entre el 2015 y el 2018. Su
principal responsabilidad era resguardar el perímetro de la legación
diplomática a raíz de la presencia allí del fundador de WikiLeaks, dicen los
documentos.
Las autoridades habían prohibido, por primera vez en 17 años, la tradicional manifestación antigubernamental celebrada cada 1 de julio, fecha en la que se conmemora la retrocesión de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997.
Según el expediente judicial, examinado por The
Associated Press, la investigación despertó sospechas de que la compañía grabó
en secreto audio y video de los encuentros de Assange, incluso con sus
abogados, diversos políticos, periodistas, médicos, diplomáticos ecuatorianos,
el exdirector del servicio de inteligencia de Ecuador y un legislador
republicano estadounidense.
Garzón, tras declarar ante el tribunal, afirmó
que los funcionarios le mostraron un video de él mismo hablando con Assange
dentro de la embajada.