Los jefes de la diplomacia de Israel, Estados Unidos, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Marruecos se han coordinado este lunes para disuadir a Irán de emprender aventuras expansionistas, y han creado una “nueva arquitectura regional” sustentada en un “foro permanente”. La inédita cumbre ministerial celebrada desde el domingo en Sde Boker, un antiguo kibutz (granja colectiva) del Negev, el desierto del sur de Israel, ha venido a sentar las bases del embrión de una ‘OTAN’ regional frente a “Irán y sus [milicias] satélites”, precisó Yair Lapid, el ministro de Exteriores anfitrión del cónclave.
La cita sin precedentes de los jefes de la diplomacia de Israel y los cuatro países árabes, bendecida por la presencia del secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha alumbrado un foro estable de “cooperación en materia de seguridad, inteligencia y tecnología” en un marco de “progreso [económico] y tolerancia religiosa”. “Esta nueva arquitectura de capacidades compartidas que estamos construyendo intimidará a nuestros enemigos comunes”, enfatizó Lapid en la conferencia de prensa conjunta que cerró la cumbre del Negev, en un simbólico alineamiento de responsables diplomáticos en un hotel de lujo del desierto. Fuentes diplomáticas israelíes han puntualizado a la prensa hebrea que la futura cooperación militar será ante todo marítima, contra la piratería y los sabotajes navales, y aérea, para neutralizar la creciente amenaza de drones.
La condena del atentado reivindicado por el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), en el que dos árabes israelíes mataron a tiros la noche del domingo a dos policías en la ciudad de Hadera (norte), sobrevoló todas las intervenciones de clausura. La del canciller marroquí, Nasser Bourita, fue una de las más explícitas: “Nuestra presencia aquí es la mejor respuesta [al terrorismo]”. También fue tajante la de Blinken, quien recordó que hace pocos años una reunión como la que concluía en el Negev hubiese sido “imposible de imaginar”. Los Acuerdos de Abraham de 2020 para la normalización de relaciones entre Israel y varios países árabes han propiciado el encuentro.
“Estados Unidos va a prestar todo el apoyo a este proceso de transformación de la región”, recalcó el secretario de Estado antes de advertir de que los Acuerdos de Abraham —a los que hasta ahora se han sumado Emiratos y Baréin, en el golfo Pérsico; Sudán, en África, y Marruecos, en el Magreb— no son un sustituto del proceso de paz entre Israel y los palestinos, que permanece suspendido desde 2014.
La Autoridad Palestina y Jordania, su aliado más cercano, han sido los grandes ausentes del foro del Negev. A pesar de que Amán había sido convocado al cónclave, el rey Abdalá II prefirió viajar este lunes a Ramala para no dejar en evidencia la soledad del presidente palestino, Mahmud Abbas. Cuando Blinken le visitó el domingo en la sede presidencial de la Muqata, para reiterarle que EE UU sigue defendiendo la solución de los dos Estados, el veterano rais palestino evocó la necesidad de “aplicar las ideas en las que uno cree”.
La cuestión Palestina
Estados Unidos se conforma ahora con alentar a Israel a que pacte una “paz económica”, destinada a mejorar las condiciones de vida de los palestinos, sin impulsar las negociaciones para establecer un Estado de Palestina independiente. “Ambas partes están ahora muy alejadas”, se justificó el titular del Departamento de Estado. El presidente Abbas sostuvo que “los últimos incidentes en Europa [en alusión a la invasión rusa de Ucrania] han demostrado que existe un doble rasero (…) por el que nadie hace rendir cuentas a Israel” por la ocupación de los territorios palestinos.
La cuestión palestina fue citada en sus discursos finales ante la prensa por los ministros de Exteriores árabes. Pero Abdulatif al Zayani, de Baréin, y Abdalá bin Zayed, de Emiratos Árabes Unidos, hicieron hincapié en la reactivación del acuerdo nuclear con Irán, que EE UU está ultimando en contra del parecer de Israel y sus aliados del Golfo. También esgrimieron las amenazas que Teherán suscita en la región a través de sus socios chiíes de la milicia libanesa de Hezbolá y los rebeldes hutíes de Yemen. La salida del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución de Irán de la lista de grupos terroristas elaborada por EE UU, que Teherán reclama antes de reeditar el pacto atómico, es también una línea roja para los signatarios de los Acuerdos de Abraham.
Egipto, que mantiene relaciones diplomáticas con Israel desde hace 43 años, ha estrechado los lazos políticos tras décadas de “paz fría”, con el fin de no verse desplazado por las monarquías del Golfo como socio regional privilegiado. El canciller Sameh Shoukry subrayó que la mediación de El Cairo tras el conflicto del año pasado en la franja de Gaza ha sido determinante a la hora de rebajar la tensión. La cooperación militar entre ambos países, sin embargo, apenas ha cesado desde 1979. Las Fuerzas Armadas de Israel revelaron este mismo mes que su aviación derribó en 2021 “sobre el espacio aéreo de un país vecino” drones iraníes que transportaban armamento para las milicias de Hamás en Gaza.
Rabat recibe garantías para su integridad territorial
Mientras Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Baréin se integran en el mismo espacio de Oriente Próximo en el que se despliegan Irán y sus satélites, Marruecos parece demasiado alejado de ese escenario de tensión. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, dio por sentado en su intervención final en el cónclave diplomático que la “cumbre del Negev envía un fuerte mensaje a las fuerzas extremistas encabezadas por Irán que intentan desestabilizar la región”. Para ello se crea “un frente unido y comprometido con la paz y la prosperidad”.
Lapid dedicó a Marruecos una mención especial a fin de aclarar su presencia en Israel. “La relación especial que ha surgido trabajará en conjunto para contrarrestar los ataques a Baréin, EAU e Israel, y contra los intentos de atentar contra la soberanía y la integridad de Marruecos”. “En este contexto”, remachó el jefe de la diplomacia israelí, “la declaración de España de la semana pasada en apoyo del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara Occidental, que otros [países] ya han respaldado, es un paso positivo”.
Una delegación de las Fuerzas Armadas de Israel acaba de ratificar en Rabat los aspectos técnicos del acuerdo de cooperación militar suscrito por el ministro de Defensa, Benny Gantz, en su visita del pasado mes de noviembre a Marruecos. La empresa Industrias Aeroespaciales de Israel facturó el año pasado 22 millones de dólares (19,4 millones de euros) a Marruecos. Entre otros modelos, IAI fabrica el dron suicida Harop, un pequeño avión no tripulado con un radio de acción de más de 1.000 kilómetros, difícilmente detectable por los radares y capaz de transportar más de 20 kilos de carga explosiva. El Frente Polisario denunció la muerte en 2021 de una docena de civiles en bombardeos con drones en el Sáhara Occidental, en ataques que atribuyó al ejército marroquí.
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