El funcionario del Instituto, Mario Zenteno, expuso que los pasivos que dejaron administraciones anteriores llegan a los 19 mil millones de pesos.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) está en riesgo de quiebra financiera y tendrá problemas para operar en julio, advirtió el director de Normatividad de Administración y Finanzas del Instituto, Mario Zenteno.
“Es la quiebra que tenemos y prácticamente vamos a tener problemas para operar en julio si no hay ampliación líquida, si no nos pagan los estados y las secretarías lo que nos deben. Estamos operando en austeridad a todo lo que da. En el Instituto pagamos alrededor de mil millones por año de pasivo“, puntualizó durante su comparecencia ante la Comisión de Salud del Senado.
Asimismo, Zenteno Santaella dio a conocer que la nueva administración del ISSSTE encontró desorden y falta de apego a las normas en el ejercicio presupuestal, lo que provocó 17 mil 488 juicios laborales en curso.
Además, expuso que los pasivos que dejaron administraciones anteriores llegan a los 19 mil millones de pesos, de los cuales 10 mil millones se incrementaron solo en el último año.
Denunció que se compraron medicamentos a sobreprecio, lo cual rebasó mil por ciento del costo real.
Sin embargo, dijo que pese a la mala situación en que han encontrado la institución aún es tiempo de rescatarla.
El encargado de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud, Pedro Flores Jiménez, dijo a los senadores que en los hospitales de alta especialidad, organismos públicos y descentralizados la demanda de recursos humanos y materiales asciende a 10 mil millones de pesos y todos los días los servicios crecen.
Señaló que el caso de los médicos residentes se reclama una figura jurídica, pues ellos ejercen una labor fundamental en institutos y hospitales en favor de la salud en México.
En tanto, el director de Administración del Instituto Mexicano del Seguro Social, Flavio Cienfuegos, explicó que en 2018, 43 por ciento de las personas afiliadas gastó 24 mil 300 millones de pesos en servicios privados, por atraso y deficiencia en la atención y tratamiento a los derechohabientes y sus familias.
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Esto no solo contribuye al deterioro de la salud de los derechohabientes, sino que significa tiempo y gasto para su recuperación.
Al hablar de la adquisición de medicamentos, Cienfuegos Valencia afirmó que 69 por ciento el IMSS los compraba a cinco proveedores, que entre 2013 y 2019 vendieron al instituto 151 mil 243 millones de pesos.
Al respecto, Cienfuegos Valencia dijo que las condiciones actuales en los contratos son insuficientes para exigir que se cumpla con la entrega de medicamentos e imponer sanciones proporcionales al impacto que ocasionan.