Una historia real que tenía todos los elementos para que se convirtiera en una película. Así hablan Jaime Lorente y Álvaro Cervantes de la gran hazaña que logró la selección española de waterpolo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Muchos creían que el equipo liderado por Manel Estiarte no tenía opciones y, sin embargo, se hicieron con la plata -y su primera medalla olímpica- en una final de infarto contra Italia. Ahora, la historia ha vuelto a ser contada en la gran pantalla a través de ’42 segundos’, en cines desde el 2 de septiembre.
El filme, dirigido por Àlex Murrull y Dani de la Orden, y con guion de Carlos Franco, narra la historia del ‘dream team’ del waterpolo de nuestro país. De cómo se juntaron los jugadores catalanes de toda la vida con un grupo de nuevas promesas de Madrid y, bajo las duras directrices del entrenador croata Dragan Matutinović, se prepararon para unos Juegos en los que terminarían haciendo historia.
“La película cuenta ese viaje. El viaje deportivo, el viaje emocional y cómo confluyen los dos dentro de la piscina”, nos explica Jaime Lorente desde la Antigua Fábrica Estrella Damm. El intérprete, que encarna a Pedro García Aguado en el filme, comparte protagonismo -y ahora mesa- con Álvaro Cervantes, que se pone en la piel de Manel Estiarte.
Cuando se produce esta entrevista, la película todavía no se ha estrenado. De hecho, faltan pocas horas para el preestreno, y se intuyen nervios y emoción a partes iguales. Por lo que se cuenta, porque ha habido implicación de algunos de los protagonistas de la historia original y porque para gran parte del equipo del filme, este proyecto que comenzó a gestarse en 2017 con Àlex Murrull y Cristian Valencia -productor e intérprete de Jesús Rollán en la película- ha sido el mayor reto hasta la fecha. “Tenía vértigo“, reconoce Álvaro.
Como muchos jóvenes nacidos en los años noventa, el nominado dos veces a los Goya por ‘El juego del ahorcado‘ (2007) y ‘Adú‘ (2020) solo conocía vagamente la historia: “Sí sabía de esta selección que fue mítica, pero no conocía para nada los entresijos y lo que había significado de verdad. Cuando leí el guion, me sorprendió que no se hubiera contado antes“. “Están todos los elementos. Ese elemento extraño que viene de fuera, el objetivo común, los impedimentos…”, coincide Jaime.
“Me dieron el guion un viernes por la tarde y lo devoré. Sabía que iba a hacer ese personaje porque no podía decir que no. Pero durante el fin de semana estuve meditando lo que iba a significar eso, que a partir del lunes mi vida iba a cambiar por unos meses. Era un reto tan grande, titánico, el hecho de acercarse mínimamente a la idea de un deportista de élite…”, asegura el actor catalán sin poder ocultar la pasión que, como su compañero, siente por el proyecto.
De actores a deportistas olímpicos: los entrenamientos que realizó el reparto
El equipo de actores que conforman el elenco principal de ‘42 segundos’ tuvo que convertirse también en un equipo de waterpolo. Una transformación que requirió casi cinco meses de entrenamiento en los que no solo tuvieron que aprender a jugar, sino también a moverse en el agua como un jugador de este deporte.
“Tuvimos que aprender a flotar, a nadar, a respirar en el agua… y a jugar a waterpolo. Hemos tenido que aprender muchas cosas y todo es nuestro”, deja claro el actor murciano. “Podemos decir que no hemos tenido dobles“, comenta también Álvaro con orgullo. Y no es para menos: las Piscinas Bernat Picornell, que albergaron la gran final de aquel agosto del 92, también han sido el escenario en el que Jaime, Álvaro y compañía se desvivieron para recrear la historia.
A pesar de que ambos han trabajado en proyectos de corte histórico en los que se requería un esfuerzo físico, aseguran que ’42 segundos’ ha sido otro nivel. “El primer día que estábamos en el agua… Yo sabía que Jaime había hecho un curro increíble en ‘El Cid‘ y yo había hecho ‘Carlos, rey emperador‘, que para mí había sido el mayor reto. Pero en ese momento, en el agua, recuerdo que nos miramos y le dije: ‘Pensaba que después del Cid y de Carlos no iba a llegar un reto como este. Ha llegado‘”, nos desvela el intérprete de Barcelona.
DAR VIDA A PERSONAJES REALES
Jaime Lorente: “Tanto Manel como Pedro permitieron que la ficción se abriera paso”
Pero ’42 segundos’ no ha requerido solo un esfuerzo físico añadido. También ha supuesto interpretar a personas reales que iban a ver el resultado final. Jugadores, ‘Toto’ y Estiarte, a los que estos actores consideran “tan icónicos y tan buenos”, que vivieron unos años tan intensos como duros. Y cuyas historias personales tienen luces y sombras.
Tanto Pedro -que incluso hace un ‘cameo’ en la película- como Estiarte se han volcado en el proyecto, respondiendo a preguntas de ambos intérpretes y, en definitiva, ayudándolos a entender más a sus respectivos personajes. La implicación de los ex jugadores, aseguran, ha sido “absoluta”.
“Ha habido una predisposición tanto de Manel como de Pedro y de otros compañeros para dejar que la ficción se abra paso. Era muy complicado, pero han entendido muy bien el funcionamiento del cine. Cómo hemos necesitado juntar cosas que quizás pasaron en años en un periodo de tiempo de seis meses. Y han estado para nosotros en todo momento. Nos han regalado todo lo que son para que podamos hacer de ellos lo mejor posible”, señala el actor de ‘La casa de papel‘. “El objetivo final era que a ellos les gustase. Que cuando Manel viera la película se viera identificado, se reconociera de alguna manera, se emocionara y estuviera tranquilo. Yo me hubiera quedado muy jodido de no ser así”, confiesa Álvaro.
A veces se habla de cómo un actor logra ‘hacer suyo’ un personaje. Pero, ¿es eso posible cuando el personaje existe y está presente en el proyecto? “Tuve un profesor de interpretación que hablaba de las obligaciones como actor. Si en una escena leo: ‘Entra una chica a escena con un vestido rojo’. ¿Qué es obligatorio para que suceda la escena? Que la chica lleve un vestido rojo. ¿Qué obligaciones tengo yo como actor para que el personaje sea Pedro? Y después, cuando estas obligaciones están cumplidas, me puedo tomar algunas licencias. Pero la esencia tiene que estar“, explica Jaime.
“Cuando un actor se impone a la historia, para mí es una manera de enfocar el trabajo errónea. No te puedes contar a ti antes que al personaje. Te tienes que retirar al máximo posible para que aparezca el personaje, aunque evidentemente este nace también de ti y de tu experiencia”, añade el intérprete del que fuera capitán de la selección.
’42 segundos’ no solo ha sido el mayor reto a nivel interpretativo sino que, en palabras de Jaime, ha sido “el viaje más bonito” hasta la fecha. “Por muchos motivos. Por el personaje, por la historia, por el equipo, por mi ‘partner’ principal [señala a Álvaro]. Y porque las cosas mágicas tienen un algo que no sabes explicar… Se me ponen los pelos de punta”, revela mostrando el brazo. “Es como que esto tenía que pasar. Y se lo digo a muchos compañeros para los que ha sido su primer proyecto, que es un regalo pero también es una putada, porque no sabéis lo difícil que es que vuelva a pasar“, asegura.
EL EQUIPO DE ’42 SEGUNDOS’
Álvaro Cervantes: “El equipo humano que se ha creado es el alma de la película”
¿Lo mejor de todo este viaje? Que de un proyecto que nace del amor que el cineasta Àlex Murrull sintió desde el principio por la historia original -nos confiesa Álvaro- ha surgido una familia. “El equipo humano que se ha creado es el alma de la película. Todos los actores se han dejado la vida aunque tuvieran pocos minutos (…). Había tanta implicación que cualquier gesto subía la película. Hay momentos de cada compañero que son brillantes porque están nutridos de verdad.”
Ha sido la primera vez que Jaime y Álvaro coinciden en un mismo proyecto y, a pesar de que reconocen que son muy diferentes y tienen formas de trabajar distintas, la complicidad que hay entre ambos es palpable dentro y fuera de la película. “Tengo la sensación de que en varias ocasiones en las que estábamos grabando juntos, cuando decían ‘¡acción!’ el momento se convertía en algo sagrado. Sin hacer nada especial; no hacía falta decirlo. Estábamos ahí respirando otra realidad juntos, creándola“, recuerda el barcelonés.
“Hay una foto en la que estamos en el mismo viaje. Estamos escuchando al director, pero ya estamos preparándonos… Hay algo en la mirada de los dos que indica que estamos en lo mismo. Ha sido un tándem perfecto. De unos personajes muy bien escritos”, continúa Álvaro. Su compañero de reparto lo secunda: “Solo lo hemos comentado después. Yo nunca he sentido una línea tan fina entre yo y mi personaje… He sido lo que está en pantalla durante el rodaje. Eso es la interpretación, el cine“.