El plátano es una de las frutas más saludables que existen gracias a su alto contenido en carbohidratos, vitaminas y minerales. Entre sus múltiples beneficios, destacan los siguientes: estimula el sistema nervioso, regula el tránsito intestinal y cuida la salud cardiovascular. Ahora bien, a la hora de comer el plátano hay un error que la gran mayoría de nosotros cometemos: retirar las hebras.
¡No retires las hebras del plátano!
Aunque las consideramos molestas e incluso desagradables, lo cierto es que contienen muchos nutrientes. Hay que tener en cuenta que el desarrollo del plátano tiene lugar gracias a las hebras, a través de las cuales se transportan los nutrientes orgánicos que la planta extrae del suelo. Por lo tanto, son como nuestras venas o arterias.
Los expertos explican que las hebras tienen mayor cantidad de fibra, por lo que pueden ser beneficiosas para el organismo. La fibra es fundamental para una alimentación saludable ya que cuida la salud intestinal, reduce los niveles de colesterol malo, regula los niveles de azúcar en la sangre y genera sensación de saciedad.
A esto hay que sumar que las hebras nos ayudan a saber si el plátano está listo para consumirlo. Si al pelar la pieza de fruta observamos que las hebras están muy apretadas y nos cuesta retirarlas, es una señal muy clara de que está inmadura. Por el contrario, si las hebras se pueden quitar fácilmente, el plátano está en el punto óptimo de maduración.
Por lo tanto, teniendo en cuenta esta información, queda claro que a partir de ahora no hay que retirar las hebras del plátano a la hora de consumirlo.
¿Se puede comer la piel?
En algunas zonas de Asia es normal consumir la piel del plátano, y en Occidente también hay quienes empiezan a hacerlo. Sin embargo, la piel de esta fruta no es demasiado agradable ya que tiene un sabor un poco amargo y una textura fibrosa. Ahora bien, existe la posibilidad de comerla en batidos o cocinada, ya sea frita u horneada. El calor hace que las fibras se rompan, haciendo que sea mucho más fácil de digerir.
La nutricionista Laura Flores, según un artículo publicado en la revista ‘LiveScience’, explica que la piel del plátano es una fuente rica en vitaminas B6 y B12, así como en proteínas, fibra, potasio y magnesio. Por supuesto, a la hora de consumirla hay que lavarla en profundidad para eliminar los posibles restos de pesticidas.
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