Los huevos son uno de los alimentos más consumidos del mundo por su versatilidad en la cocina y su amplio abanico de beneficios para la salud. Aportan proteínas, vitaminas y minerales, y son excelentes para el cuidado de la salud cardiovascular. A la hora de prepararlos, puede que nos encontramos huevos con la cáscara sucia, y ahí es donde surge la duda de si debemos consumirlos o no.
El hecho de que los huevos tengan la cáscara sucia no supone ningún inconveniente. Podemos lavarlos, pero este proceso siempre tenemos que hacerlo justo antes de consumirlos. Por lo tanto, si compramos una docena de huevos y al llegar a casa vemos que alguno tiene la cáscara sucia, simplemente tenemos que almacenarlo como el resto, y lavarlo sólo cuando vayamos a cocinarlo.
¿Qué ocurre si lavamos el huevo y luego lo guardamos en la nevera? El riesgo de contraer una intoxicación alimentaria es muy alto ya que la cáscara es porosa, y por ella pueden colarse todo tipo de bacterias y microorganismos. Al lavar los huevos, lo que hacemos es eliminar la cutícula protectora y dejar completamente expuesta la cáscara, la cual es porosa y, por lo tanto permeable.
Por lo tanto, nunca debemos lavar los huevos y luego almacenarlos si tienen la cáscara sucia. Únicamente tenemos que guardarlos y, cuando vayamos a prepararlos, entonces ya sí podemos lavarlos con abundante agua para retirar la suciedad.
Consejos de conservación
Desde el Instituto del Huevo dan una serie de consejos prácticos para su adecuada conservación. En el supermercado, tenemos que asegurarnos de comprar huevos con la cáscara intacta y con el código de trazabilidad marcado en la misma.
Por supuesto, siempre debemos respetar la fecha de consumo preferente indicada en el envase. Una vez en casa, los huevos hay que guardarlos en la nevera, pero nunca en la puerta. Los cambios bruscos de temperatura al abrir y cerrar la puerta favorecen la aparición de gotas de condensación, que pueden arrastrar los microorganismos hacia el interior.
A la hora de cocinarlos, nunca debemos cascar los huevos en el recipiente donde vayamos a batirlos, ni tampoco separar las claras de las yemas con la propia cáscara. Si vamos a hacer tortillas, deben quedar bien cuajadas. Una vez listas, no es una buena idea dejarlas a temperatura ambiente si no vamos a consumirlas inmediatamente.
Esto es todo lo que debemos saber sobre los huevos. Es importante seguir todos los consejos para no sufrir una intoxicación alimentaria.
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