Jan Frodeno (Colonia, 1981) quiere volver a lo más alto. El alemán, considerado por muchos como el mejor triatleta de todos los tiempos, vivirá en 2023 su último año como profesional. A sus 42 años, el campeón olímpico en Pekín 2008 y triple campeón del Mundo IRONMAN está listo para su ‘last dance’.
Frodeno quiere dejar atrás un año marcado por las lesiones. Primero fue el tendón de Aquiles y posteriormente una caída en bicicleta le obligó a pasar por el quirófano hasta en tres ocasiones por un problema en la cadera. Ahora, una vez recuperado, afronta su última aventura en el deporte de élite con la máxima motivación. “Es un desafío al que me enfrento desde una nueva perspectiva. Competiré sabiendo siempre lo especial que será cada día, cada prueba. Y que sea mi último año hace que sea aún más especial”, asegura.
Para poder preparar este último asalto en las mejores condiciones, Frodeno ha decidido instalarse junto a su familia en Andorra. Hasta ahora residía en Girona, una ciudad con la que tiene un vínculo especial y en la que ha dejado huella. El germano visitó la ciudad catalana en 2014, quedó maravillado, y decidió echar raíces. A día de hoy sigue funcionando la Frodeno Fun(d), su fundación benéfica y ‘La Comuna’, la cafetería que abrió junto a su mujer Emma Snowsill y que se ha convertido en un punto de encuentro para ciclistas de la zona. “Hemos estado de maravilla en Girona, siempre será nuestra casa”, señala. También en esta provincia catalana organiza el SGRAIL 100, un triatlón de media distancia para los amantes del gravel.
Jan Frodeno posa con su Mercedes Benz
Más allá de ser un número uno en la faceta deportiva, Frodeno, embajador de Mercedes-Benz, ha demostrado también su implicaciones en causas sociales. En 2020, durante la pandemia, completó un IRONMAN (3,8 km de natación, 180 de bicicleta y 42 de carrera a pie) en su casa para recaudar fondos para la Fundación ‘Laureus Sport for Good’, de la cual es embajador desde 2010, así como para los trabajadores sanitarios de Girona. En Salt, a través de su fundación, Frodeno impulsó el ‘pump track’ más grande de Catalunya para promover los hábitos saludables entre niños y niñas de hasta 16 años de edad. El triatleta, a través de su fundación, trabaja con el objetivo de fomentar la igualdad, el trabajo en equipo, la disciplina, la inclusión, la constancia y el respeto. Busca proporcionar a los jóvenes un entorno divertido y seguro donde ganar motivación para su educación a través del deporte.
Muy concienciado con la causa medioambiental, Jan es un “apasionado” del EQB, el nuevo SUV de la gama Mercedes EQ. “No contamina, es silencioso, es espacioso y cabe toda la familia”, destaca el alemán, que aboga por la movilidad eléctrica. Embajador de marca desde 2016, representa los mismos valores que el nuevo EQB de la prestigiosa marca automovilística alemana: garantiza y se rige por la emoción, y se propulsa con inteligencia.
Jan Frodeno asegura ser un privilegiado
“Soy muy consciente al respecto del medio ambiente, también por mi condición de padre de dos niños pequeños (Luca y Sienna): un coche completamente eléctrico es una gran apuesta”. Cuando no corre, nada o pedalea, el triple campeón del Mundo IRONMAN disfruta al volante de un EQB, tan fuera de serie como él mismo. Lo que más valora es que no contamina, ayudando a plantar cara a la amenaza medioambiental. Es silencioso. No hay, pues, ni contaminación atmosférica ni acústica. Las prestaciones son óptimas y hay mucho espacio para las piernas, una ventaja para personas altas (él mide 1,93 m.). Ofrece confort y un rendimiento fiable.
Frodeno se retirará de la alta competición el próximo año “para emprender una nueva etapa”, siempre junto a Mercedes-Benz. Pero antes quiere acabar donde lo dejó antes de la pandemia de la COVID: en la cima del triatlón mundial. “Soy un privilegiado: tengo la posibilidad de cerrar un ciclo pudiendo gozar de mi deporte tal y como soñé de pequeño. Me quedaré con los buenos recuerdos”, concluye.