Japón anunció este viernes que ampliará los estados de emergencia a tres prefecturas cerca de la sede olímpica en la capital y en la prefectura occidental de Osaka, en medio de una fuerte propagación de los casos de COVID-19 en todo el país, un hecho que eclipsa los Juegos de Tokio que están en curso.
Tokio, que ya se encuentra en su cuarto estado de emergencia desde que comenzó la pandemia, anunció 3.300 nuevos casos diarios, después de un récord de 3.865 infecciones nuevas el jueves.
El primer ministro, Yoshihide Suga, dijo en una conferencia de prensa que el virus se está propagando a una velocidad sin precedentes, en gran parte debido a la variante Delta, y agregó que le preocupa que las camas de los hospitales del país puedan agotarse.
“Con el corazón apesadumbrado, quiero pedirles a todos: hasta que veamos el impacto de más vacunas, quiero que todos estén atentos e implementen las medidas de prevención de infecciones al máximo”, dijo, llamando a las personas a que vean los Juegos Olímpicos por televisión y en casa.
El 64% de las camas de hospital de Tokio disponibles para casos graves de COVID-19 se llenaron a mediados de semana.
Las nuevas medidas de emergencia estarán en vigor del 2 al 31 de agosto, mientras que los estados de emergencia existentes para Tokio y la isla de Okinawa en el sur se extenderán hasta el 31 de agosto, cubriendo el 37% de la población del país.
Junto con otras cinco prefecturas que Suga declaró bajo “cuasi-emergencia”, más de la mitad del país vive ahora bajo algunas restricciones.
El ministro de Salud, Norihisa Tamura, dijo que el país ha entrado en una nueva etapa “extremadamente aterradora” a medida que los casos aumentan, a pesar de que el movimiento de personas ha sido limitado.
“Creo que la gente no puede ver el futuro y como están preocupados por cuánto tiempo durará esta situación, les resulta insoportable que no puedan volver a la vida diaria normal”, dijo al panel.
Japón ha impuesto una serie de declaraciones de “estado de emergencia”, pero las órdenes son en su mayoría voluntarias, a diferencia de otros países que aplican cuarentenas estrictas.
Sin embargo, muchas personas se han cansado de las solicitudes de quedarse en casa y algunos bares se niegan a cumplir con las restricciones de servicio.
Suga y los organizadores de los Juegos Olímpicos han negado que haya algún vínculo directo entre el comienzo del evento y fuerte incremento de los casos nuevos de COVID.
A diferencia de las restricciones voluntarias y las bajas tasas de vacunación en otras partes de Japón, la Villa Olímpica de Tokio para atletas y entrenadores cuenta con más del 80% de integrantes inmunizados, las pruebas son obligatorias y el movimiento se restringe estrictamente.
Los atletas y otros asistentes de todo el mundo deben seguir reglas estrictas para evitar la propagación del virus dentro de la “burbuja olímpica” o hacia la ciudad en general. Los espectadores están prohibidos en la mayoría de los eventos.
Los organizadores informaron el viernes 27 nuevos casos de COVID-19 relacionados con los Juegos, incluidos tres atletas, lo que eleva el total desde el 1 de julio a 220.
(Reuters)
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