Japón aliviará los controles fronterizos impuestos para contrarrestar la pandemia, anunció el jueves el primer ministro Fumio Kishida, suavizando las medidas que han estado entre las más estrictas aplicadas por las naciones ricas y que han sido criticadas por empresas y educadores.
Unos 150,000 estudiantes extranjeros se han quedado fuera de Japón, junto con los trabajadores que necesita desesperadamente una nación envejecida con una población cada vez menor, lo que provocó advertencias de escasez de mano de obra y daños a la reputación internacional de Japón.
A partir de marzo, las autoridades elevarán el número de personas autorizadas a ingresar al país a 5,000 por día, desde las 3,500 actuales, dijo Kishida en una conferencia de prensa. El período de cuarentena para las personas que ingresan a Japón se reducirá a tres días en ciertas condiciones, desde siete días en la actualidad, dijo, y agregó que en algunos casos no habría orden de aislamiento.
El cambio se produce, explicó, en momentos en que la cantidad de infecciones por coronavirus muestra signos de disminución, lo que implica que el país necesita comenzar a prepararse para una nueva fase.
Leer más | Farmacéutica japonesa investiga si en verdad es útil la ivermectina contra Covid-19
Kishida también dijo que las medidas de semiemergencia vigentes para unas 17 regiones permanecerán en curso hasta el 6 de marzo.
Japón, que ha estado efectivamente cerrado a los no residentes durante dos años, alivió brevemente sus controles fronterizos a fines de 2021, pero los volvió a endurecer apenas unas semanas después cuando surgió la variante ómicron en el extranjero.
Japón actualmente designa a 82 países como de “alto riesgo” y exige tres o seis días de cuarentena obligatoria en hoteles como parte de la semana de aislamiento para muchos. Se requirieron dos semanas de cuarentena hasta mediados de enero.
Kishida y su gobierno han elogiado los estrictos controles fronterizos para ganar tiempo en Japón a medida que ómicron se expandía por todo el mundo, y una gran mayoría del público apoya las resoluciones.
Sin embargo, ahora que la variante está muy extendida en Japón, que está teniendo problemas para implementar vacunas de refuerzo, los líderes empresariales y algunos políticos han advertido que las medidas resultan obsoletas.
Para Kishida, que enfrenta una elección crucial en julio, decidir cuándo y cómo cambiar las medidas ha sido complicado, dijo el analista político Atsuo Ito.
“Si miras la situación general ahora, no tienen sentido: puedes contraer el virus en cualquier parte. Pero como resultado de tenerlos, obtuvo mucho apoyo público”, declaró.
Si no se modifican, agregó Ito, “el resultado a largo plazo es que Japón se quedará atrás respecto al resto del mundo”.
Reuters
Source link