WASHINGTON – El coronavirus ha llegado al corazón de la Casa Blanca una vez más, mientras se reportan una alta tasa de casos diarios en el país y el principal asesor del presidente Donald Trump dijo que “no vamos a controlar la pandemia”.
El domingo, los funcionarios se burlaron de la idea de darle pausa a la campaña debido a que varios asistentes del vicepresidente Mike Pence, quien dirige el grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, dieron positivo al COVID-19.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, presionado para explicar por qué no se puede controlar la pandemia, dijo: “Porque es un virus contagioso como la gripe”.
“No vamos a controlar la pandemia. Vamos a controlar el hecho de que recibamos vacunas, terapias y otras áreas de mitigación”, dijo en el programa “Estado de la Unión” de CNN, y agregó que es un virus contagioso como la gripe. Añadió: “Estamos haciendo esfuerzos para contenerlo”.
“Lo que tenemos que hacer es asegurarnos de tener los factores de mitigación adecuados, ya sean terapias o vacunas o tratamientos para asegurarnos de que las personas no mueran por esto”, dijo Meadows. “Pero sugerir que en realidad vamos a poner en cuarentena a todo Estados Unidos, bloquear nuestra economía… Joe Biden está diciendo eso”.
Pence, que dio negativo el domingo, según su oficina, planeó un mitin por la tarde en Carolina del Norte, mientras que el presidente estará en Nueva Hampshire y Maine.
Los candidatos tienen visiones diferentes sobre cómo lidiar con el coronavirus. Aquí te explicamos sus propuestas.
El demócrata Joe Biden asistió a la iglesia por la mañana y planeaba participar en un concierto virtual para votar por la noche. Su compañera de fórmula, Kamala Harris, dijo a los periodistas en Michigan que Pence debería seguir las pautas de salud federales.
“Lo estamos haciendo, creo que hemos modelado el comportamiento correcto y bueno, y deberían tomar nuestro liderazgo”, dijo la senadora de California, quien había detenido la campaña en persona durante varios días a principios de este mes después de que un asistente y un miembro de la tripulación de vuelo de la campaña dio positivo.
La Casa Blanca dijo que ninguno de los miembros del personal que viajaba con Trump el domingo había estado en contacto cercano con ninguna persona en la oficina del vicepresidente que hubiera dado positivo.
El fármaco intravenoso ha ayudado a acortar el tiempo de recuperación de algunos pacientes hospitalizados con COVID-19.
Estados Unidos estableció un récord diario el viernes de nuevas infecciones confirmadas por coronavirus y casi lo igualó el sábado con 83,178, según muestran los datos publicados por la Universidad Johns Hopkins. Cerca de 8.6 millones de estadounidenses han contraído el coronavirus desde que comenzó la pandemia y alrededor de 225,000 han muerto; ambos totales son los más altos del mundo.
“Si Pence no se autocuarentena, violaría todos los principios básicos de salud pública que recomienda su propio grupo de trabajo”, dijo Lawrence Gostin, experto en salud pública de la facultad de derecho de la Universidad de Georgetown. “Es un estándar para el vicepresidente y otro para el resto de nosotros”.
Al entrar en la última semana completa antes de las elecciones del 3 de noviembre, está claro que el equipo de Trump sigue comprometido con una campaña. El propio Trump ha reanudado una agenda agitada desde que se recuperó de su propio caso reciente de coronavirus. Pence tiene viajes programados a Minnesota el lunes y a Carolina del Norte nuevamente el martes.
Melania Trump dio a conocer la información.
A pesar del aumento de las cifras de virus, la Casa Blanca dice que la economía de Estados Unidos debe reabrirse por completo y ha tratado de contrarrestar las críticas de Biden de que Trump no está haciendo lo suficiente para contener la peor crisis de salud pública de Estados Unidos en más de un siglo.
Biden ha dicho que solo cerraría el país si eso es lo que aconsejan los científicos del gobierno. Ha dicho que, de ser elegido, explicaría por qué podría ser necesario un mandato nacional de máscaras y acudiría a los gobernadores para ayudar a aumentar el uso de máscaras en los estadounidenses.
La oficina de Pence dice que no hay planes para reducir el nivel de la campaña. Además del jefe de gabinete Marc Short, quien dio positivo el sábado, un “par” de asistentes también contrajeron la enfermedad, dijo Meadows.
Residentes emocionados por la segunda franquicia de Popeyes en la región esperaron horas para poder tener en sus manos las comidas.
Meadows dijo que Pence usará una mascarilla, “porque los médicos le han aconsejado que lo haga”, pero que se la quitará cuando dé un discurso.
Incluso con la última prueba negativa de Pence, los síntomas, que incluyen fiebre, tos y fatiga, pueden aparecer de dos a 14 días después de la exposición al virus, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Algunas personas asintomáticas dan positivo de dos a tres días antes de desarrollar síntomas.
La Casa Blanca dice que Pence fue considerado en “contacto cercano” con Short según las pautas de los CDC. Las pautas requieren que los trabajadores esenciales expuestos a alguien con el coronavirus vigilen de cerca los síntomas del COVID-19 y usen una máscara cuando estén cerca de otras personas.
Después de consultar con la Unidad Médica de la Casa Blanca, Pence tenía la intención de mantener su horario “de acuerdo con las pautas de los CDC para el personal esencial”, dijo Devin O’Malley, un portavoz de Pence.
Meadows eludió las preguntas sobre si la campaña de Pence encajaba en el espíritu de las pautas de los CDC para el trabajo esencial. “No solo está haciendo campaña, está trabajando”, dijo Meadows.
Trump aseguró a los partidarios que se encontraban hombro con hombro en los mítines del sábado que “estamos dando la vuelta” al coronavirus y se burló de Biden por generar alarmas sobre la pandemia.
Los candidatos han demostrado actitudes notablemente diferentes sobre lo que ven como comportamiento seguro en la recta final de una campaña.
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