La artista y empresaria estadounidense Jessica Simpson confiesa en su libro “Open Book” el episodio de abuso sexual del que fue víctima con apenas seis años y cómo esa experiencia ha marcado su vida, llevándola incluso a recurrir a las drogas y el alcohol.
Simpson relata en el libro, que saldrá a la venta el próximo 4 de febrero, que el dolor arrastrado por los abusos sufridos a tan corta edad a manos de unos amigos de su familia, sumados a las presiones de su carrera artística, le hicieron caer en una adicción que también afectó a su entorno.
De hecho, la artista cuenta en sus memorias que en una ocasión llegó a estar tan borracha que se sintió incapaz de vestir a sus hijos para salir a pedir caramelos durante una noche de Halloween y que había días en los que empezaba a tomar a las 7:30 de la mañana.
Simpson se creía demasiado joven para escribir una autobiografía con sus 37 años, pero cuando decidió dejar de beber, poco después de ese incidente ocurrido en 2017, entonces comenzó a escribir sus experiencias en lo que fue la génesis del libro.
“Me estaba matando con alcohol y pastillas”, reconoció en un adelanto de “Open Book” publicado por la revista People.
Eventualmente decidió pedirle ayuda a sus amigas. “Necesito parar. Algo tiene que cambiar. Y si el alcohol es lo que está causando esto, pues voy a dejarlo”, les dijo.
Simpson aseguró que lo difícil fue hacer el doloroso trabajo de la terapia psicológica para desarmar lo que la había llevado a consumir alcohol a esos niveles.
La empresaria reconoció que su premio ha sido poder “estar realmente presente” en su vida, junto a su esposo Eric Johnson y sus tres hijos Maxwell, de siete años, Ace de seis y su bebé Birdie de 10 meses.