La tarde del miércoles ha concluido de la peor de las maneras para los amantes del periodismo. Jesús Quintero, conocido por su labor comunicativa en El loco de la colina, no está pasando por su mejor momento en lo que a la salud se refiere, razón por la que ha tenido que ser ingresado en una residencia de ancianos ubicada en Ubrique, Cádiz.
Así lo ha desvelado su familia a través de un comunicado que han lanzado a todos los medios de comunicación para desvelar, con todo lujo de detalles, cuál es el último parte de salud en la vida de Quintero: “Tras la aparición de algunas complicaciones médicas que requieren atención profesional y especializada, el periodista Jesús Quintero -creador de múltiples formatos de radio y televisión- ingresó los pasados días en la Residencia Nuestra Señora de los Remedios de Ubrique, donde además de estar arropado por sus familiares más allegados, recibe el tratamiento diario necesario para su recuperación. Es su deseo y el de la familia que, en cuanto sus condiciones de salud lo permitan, pueda regresar a su vivienda. Agradeciendo las muestras de preocupación y aprecio recibidas por muchos españoles en estos días, rogamos el máximo respeto a su intimidad en estos momentos, con el objetivo de facilitar su rápida mejoría”, reza el mensaje, el cual se centra primordialmente en el bienestar de Jesús, que lleva arrastrando desde hace cierto tiempo una serie de problemas de salud que le han hecho tener que rehacer su vida en una residencia totalmente adaptada.
Por el momento, no se sabe cuál es el motivo exacto que habría llevado al presentador a encontrarse en el punto en el que está. Pero sea como fuere, lo cierto es que ya llevaba mucho tiempo estando en un hermético segundo plano y sin querer hacer declaración alguna sobre cuál era su estado de salud a sus 82 años. Unas de las últimas declaraciones que habría dado antes de su ingreso en una residencia habrían tenido lugar para Semana hace ya un año, cuando el periodista admitía que estaba “encerrado voluntariamente en casa desde hace más de un año por miedo al coronavirus”. De esta manera, el comunicador demostraba que la llegada del covid-19 a todos los rincones del planeta había hecho mella en su día a día, hasta el punto de tener miedo a abandonar el confinamiento en su domicilio habitual de Huelva. De hecho, fue durante ese mismo 2020 cuando tuvo que ser ingresado de urgencia a consecuencia de los problemas de salud que acarrea y que le siguen persiguiendo a día de hoy. Pero entre tanto, sigue manteniendo la ilusión por la próxima apertura de la Fundación Jesús Quintero, un proyecto para el que él mismo ha puesto toda la carne en el asador con ayuda del Ayuntamiento de San Juan del Puerto, localidad en la que nació y de la que es hijo predilecto que no ha querido dejar pasar la oportunidad de tener un lugar de culto hacia una de las figuras más destacadas del enclave.
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