Jim Jarmusch ha sido uno de los principales referentes del cine independiente estadounidense, desde que estrenas en 1984, Extraños en el paraíso. A partir de ahí, el icónico cineasta ha tocado todos los géneros, incluyendo materiales tan diversos como las cintas de artes marciales o historias de romances entre vampiros. Todo ello, manteniéndose fiel a su espíritu de autor. Sin embargo, hasta una voz completamente inconformista como la suya tiene una perspectiva sobre los futuros artistas un tanto trágica. Así, en una entrevista reciente para The Guardian ha hablado sobre la preocupación de un escenario cada vez más inhabitable en la industria:
“La industria del cine se ha ido. Apesta. Ha empeorado. El tipo de acuerdos de derechos divididos (un 50-50 por ciento de las ganancias compartidas, después de los costos, con los financistas) que solía hacer con mis películas…si sugirieras eso ahora, te tirarían del puto edificio”. Jarmusch admitió además que su proceso creativo es a cada año, más incompatible con el entorno económico actual en el que deben trabajar los cineastas. “Soy un fanático del control porque tengo que hacerlo a mi manera”, apuntaba el director de Sólo los amantes sobreviven. Del mismo modo, él entiende que debe poder elegir a sus propios colaboradores, asegurándose tener el corte final del proyecto y poder producirlo a través de su propia empresa. “En cuanto a las personas que financian las películas, les permito que me den notas sobre un montaje preliminar, pero nunca, por contrato, tengo absolutamente ninguna obligación de usarlas”.
A pesar de esa mirada negativa sobre las dificultades que van a pasar los nuevos talentos emergentes, el realizador tiene en mente un futuro proyecto todavía sin título del que no puede decir nada, únicamente que está al acecho de los intérpretes en los que pensó cuando escribió la historia: “Lo escribí pensando en actores específicos a los que ahora estoy tratando de discutir. Los actores son como animales salvajes que tengo que acorralar de alguna manera porque tienen muchas cosas que hacer. Entonces, estoy intentando acorralar algunos animales salvajes increíbles, espero poder capturarlos”.
A lo largo de su carrera como director, Jim Jarmusch ha trabajado con alguno de los mejores intérpretes de la industria. Johnny Depp, Forest Whitaker, Nill Murray, Cate Blanchett, Tom Hiddleston o Adam Driver son algunos de los rostros que se han paseado por sus obras. Los muertos no mueren, su última cinta, no obtuvo el beneplácito de público ni de la crítica.
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