Joe Biden anuncia medidas preventivas ante el incremento de la violencia con armas en Estados Unidos


Con los republicanos acusando a las políticas de la Casa Blanca de Joe Biden de ser las responsables del aumento del crimen, la Administración demócrata ha lanzado este miércoles una estrategia de prevención de esos delitos para frenar las desorbitadas cifras de la violencia provocada, sobre todo, por las armas de fuego. Acompañado por el Fiscal General de EE UU, Garland Merrick, Biden informó en su mensaje a la nación que se había reunido con un grupo bipartidista de líderes civiles y de las fuerzas del orden para discutir cuál era la mejor manera de frenar “la epidemia” que desangra EE UU.

Armas en EE UU

El mandatario dejó claro que “no hay una sola respuesta que resuelva tan importante problema”. El demócrata dedicó su tiempo para explicar, “a todos los que están en su casa”, los puntos que ayudarán a frenar la violencia generada por las armas, que el pasado mes de abril, tras la sucesión de varios tiroteos de masas, Biden calificó como una “vergüenza nacional”.

Entonces, el mandatario lanzó un paquete de medidas que, entre otras cosas, buscaba endurecer el control de la venta de kits para fabricar las conocidas como ‘ghost arms” (armas fantasma), que se fabrican en casa y carecen de número de serie. La iniciativa se produjo mientras la legislación más ambiciosa —sobre las armas de asalto, por ejemplo— seguía (y sigue) estancada en el Congreso.

Hablando desde la Casa Blanca, el exsenador, curtido en el Capitolio en muchos intentos, y algún logro, sobre el control de armas, desgranó su plan poco a poco. La Casa Blanca está determinada a que se comprueben los antecedentes de quienes intenten comprar un arma; volver a insistir en aprobar en el Senado la prohibición de las armas de asalto (”nadie necesita 30, 40 o 50 balas en su arma”); políticas comunitarias para mantener a los barrios seguros y, quizá la más importante de sus iniciativas, desviar algunos fondos sin usar de los 350.000 millones que Biden firmó, como ayuda directa al plan de rescate de la economía, para la seguridad pública, lo que posibilitaría contratar más agentes de policía, mejorar el equipamiento de estos últimos y ampliar los esfuerzos para poder arrestar a los traficantes de armas.

“Le encontraremos”, dijo señalando a la pantalla en un gesto de advertencia a quienes estuvieran escuchando y vendieran armas de forma ilegal. “Si vende un arma a alguien sin haber comprobado sus antecedentes delictivos o psicológicos, le quitaremos su licencia”. En ese momento, el presidente volvió a reiterar su mensaje de “tolerancia cero” hacia quienes tienen un negocio de armas y no cumplen la ley. Ofreciendo datos, Biden dijo que el 90% de las armas que se encuentran en la escena de un crimen fueron vendidas por un 5% de los comerciantes dedicados a ese negocio. “Basta ya”, informó el mandatario.

Para la Casa Blanca es “inaceptable” el repunte de la violencia con armas que sufren algunas de las ciudades más importantes del país. La “estrategia integral” de la Administración Biden está destinada a aplicar “medidas preventivas que han demostrado reducir la delincuencia violenta”. Las muertes por armas de fuego en 2021 se han incrementado más de un 24%, con respecto al mismo periodo en 2019. Y no parece que los índices vayan a mejorar.

Según dijo el presidente, existe el temor de que la violencia armada sea incluso peor en los meses de verano, cuando, históricamente, el calor hace que las muertes por arma de fuego alcancen sus puntos máximos. A este dato, hay que añadirle que este año, el verano ha venido de la mano de la distensión en las medidas contra la covid-19, con muchos Estados retomando la vida anterior a la pandemia, y las calles llenas de gente.

El mandatario ha enfatizado que tanto algunas ciudades como Estados pueden utilizar parte de los 350.000 millones del rescate, que fue aprobado por el Congreso el pasado marzo. Biden ha anunciado que la Administración colaborará con 15 ciudades que se han comprometido a usar parte de los fondos que sobran de la pandemia para anticipar un potencial incremento de los crímenes violentos este verano. Algunas de esas ciudades son: Los Ángeles, Atlanta, Baltimore y Washington, la capital de la nación.

Los republicanos están decididos a hacer de la violencia criminal un asunto de campaña de cara a las elecciones de medio mandato de 2022, probando que, bajo el Gobierno de Biden, el crimen se ha disparado en EE UU. “Los números no mienten. Esta es su crisis”, tuiteaba este miércoles Elise Stefanik, número tres de los republicanos en la Cámara de Representantes. Stefanik destacó que han sido las políticas tomadas por Biden las que han contribuido, por ejemplo, a que los tiroteos en Nueva York hayan crecido un 64% comparado con el mismo periodo el año pasado.

Los republicanos en el Capitolio no cesan en reiterar un eslogan que ha cobrado mucha fuerza entre los conservadores: el hecho de que la petición de quitar fondos a la policía, por parte del ala más progresista del Partido Demócrata, ha conducido inevitablemente a un peligroso incremento en el crimen. El hashtag #BidenCrimeCrisis (la crisis del crimen de Biden) está siendo usado para atacar el mandato del demócrata en su intento de recuperar el control de la Cámara y el Senado en 2022.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.




Source link