Una donación de 2.5 millones de vacunas Janssen a Colombia por parte del gobierno de Estados Unidos es el primer efecto del esperado diálogo entre los presidentes Joe Biden e Iván Duque, que se produjo este lunes por teléfono. La conversación, que tuvo lugar cinco meses después de la posesión de Biden, ha sido interpretada como el primer paso en la recomposición de las relaciones con la Administración demócrata. Sin embargo, como indica la declaración de la Casa Blanca, “el presidente Biden también expresó su apoyo a los derechos de los manifestantes pacíficos, subrayó que la fuerzas del orden deben estar sujetas a los más altos estándares de responsabilidad y condenó los actos de violencia y vandalismo sin sentido”.
La llamada entre los mandatarios se da en medio de la ofensiva diplomática de Bogotá para contrarrestar las críticas por la represión de las protestas, que ha dejado medio centenar de muertos; ocurre a tres días después del ataque que sufrió Duque en el helicóptero presidencial en la ciudad de Cúcuta y una semana después del atentado con coche bomba contra una instalación militar que tenía presencia de soldados norteamericanos.
Duque agradeció “el bello gesto” de las vacunas monodosis y anunció que llegarán al país en los próximos días. “Esto nos permitirá llegar a la meta de final de julio de 25 millones de vacunas y llegar a 35 millones vacunados al final del año”, aseguró. Colombia ya superó los 104.000 muertes por coronavirus y atraviesa una nueva ola que cada día deja un promedio de 700 víctimas diarias. Por eso, la noticia sobre las vacunas supone un alivio para acercarse a la esquiva meta de la vacunación masiva.
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Hasta el momento han sido vacunados 6 millones de colombianos con segunda dosis y 17 millones con una dosis, que corresponden al 11 % y 21 % de la población, respectivamente. En paralelo a la noticia de la donación estadounidense, se hizo la entrega oficial de un lote de 1.100.000 vacunas que adquirió el sector privado, representado por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), para aplicar a sus empleados.
La conversación entre los mandatarios se da tras la designación de Juan Carlos Pinzón como nuevo embajador en Washington. Pinzón, quien ya había sido embajador y ministro de Defensa durante el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), reemplaza al ex vicepresidente Francisco Santos. Entre las tareas que le asignó Duque está precisamente fortalecer las relaciones y “avanzar en los temas de seguridad y defensa”. El actual embajador valoró la donación y el diálogo como una “gran señal”. “Es una muestra de confianza y fortaleza en la relación estratégica entre los pueblos de Colombia y Estados Unidos”, dijo a través de Twitter.
De acuerdo con Pinzón, el diálogo también versó sobre temas como empleo, cambio climático, derechos humanos y lo que llamó “paz real”. Biden, como vicepresidente de Barack Obama, respaldó los diálogos de La Habana, que llevaron al acuerdo de paz entre el Gobierno de Santos y la extinta guerrilla de las FARC. Duque y su actual embajador han sido abiertamente críticos con esos acuerdos. “(los presidentes) hablaron de la cooperación conjunta en materia de seguridad, un enfoque holístico para combatir el tráfico de drogas”, informó la Casa Blanca.
Biden suele referirse a Colombia como la “la piedra angular” de la política exterior de Washington en Latinoamérica, pero el indisimulado apoyo del Centro Democrático a la campaña de reelección de Donald Trump había dejado heridas abiertas. Iván Duque agradeció la solidaridad de su homólogo estadounidense acerca del atentado que sufrió y del que salió ileso y aseguró que conversaron también sobre la búsqueda de elecciones libres en Venezuela. La conversación “reafirma nuestra condición de aliados históricos”, dijo el mandatario colombiano.
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