El organismo de las Naciones Unidas advierte que priorizar la salud y seguridad de mujeres y hombres que trabajan en el campo es más importante debido a su vulnerabilidad para enfrentar la pandemia de coronavirus.
Los trabajadores agrícolas y cientos de peones o jornaleros, que en México representan 5.5 millones de personas según el INEGI, corren un alto riesgo de contagiarse de Covid-19, de caer en la pobreza y de tener mayores dificultades para recuperar sus medios de vida, advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Además del impacto social que puede causar el contagio en el campo debido a la rápida propagación del coronavirus, el organismo de las Naciones Unidas enfatizó que el suministro de alimentos es una actividad esencial y crítica que no puede ponerse en riesgo sino por el contrario, debe garantizarse especialmente en estados de emergencia sanitaria.
“Priorizar la salud y seguridad de mujeres y hombres que trabajan en el campo es más importante que nunca. En este caso hemos puesto el foco en la agricultura, un sector de vital importancia que provee de alimentos e insumos a toda la población”, expuso en un comunicado Rodrigo Mogrovejo, Asesor Técnico Principal de la Iniciativa Fondo Visión Cero (VZF por sus siglas en inglés) para la Oficina Regional de la OIT de México y Cuba.
Debido a que representan un sector con altos niveles de informalidad y un acceso limitado a los servicios de salud y protección social, la Oficina Regional de la OIT, la Oficina de México y Cuba junto con la VZF diseñaron la “Guía práctica para la prevención y mitigación del COVID-19 en la agricultura”.
La Guía destaca medidas de prevención y mitigación orientadas a: control de acceso, higiene personal, procedimiento de limpieza y desinfección de instalaciones, procedimiento de limpieza de superficies potencialmente contaminadas, personal susceptible o vulnerable, transporte y traslado de trabajadores y manejo del estrés.
Entre las medidas que se sugieren está distribuir al personal acorde a la distancia mínima establecida de 1 a 2 metros y no permitir a más de cinco trabajadores en un mismo puesto de trabajo. Además, definir horarios escalonados.
También se incluyen una serie de recomendaciones para reaccionar cuando haya casos sospechosos o confirmados de Covid-19 en una explotación agrícola, comenzando por la de no presentarse en el lugar de trabajo para evitar contagios y proceder con medidas de atención, aislamiento y desinfección.
Por ejemplo, se sugiere capacitar a la gerencia, los productores, los trabajadores y sus representantes sobre las medidas adoptadas para la prevención del riesgo de exposición al virus y en cómo actuar en caso de infección por Covid-19. Para los trabajadores de alto riesgo, la capacitación debería incluir el uso correcto, mantenimiento y desecho del equipo de protección personal.
“Los lugares de trabajo serán decisivos para hacer frente a la pandemia del COVID-19, y esa relevancia será aún mayor cuando empiecen a disminuir las medidas de confinamiento y comience a retomarse la actividad productiva, también en las zonas rurales. Las medidas de prevención efectivas y eficientes serán esenciales para detener los contagios”, agregó el especialista de la OIT.
De acuerdo con la última medición del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población de 15 años y más ocupada en actividades agrícolas fue de 5.5 millones de personas a diciembre de 2015, de las cuales 56 por ciento son agricultores y 44 por ciento son trabajadores agrícolas de apoyo como peones o jornaleros.
Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Veracruz, concentran el 58.7 por ciento de los trabajadores ocupados en la agricultura y de cada 100 trabajadores agrícolas, 24 hablan alguna lengua indígena.
Los trabajadores agrícolas en el país, ganan en promedio 18.5 pesos por hora laborada.
En la Guía se enfatiza que los empleadores deben asumir la responsabilidad de asegurar que las medidas planteadas por la OIT se pongan en práctica para reducir al mínimo los riesgos en los lugares de trabajo, particularmente aquellas recomendaciones que se extienden a las viviendas y medios de transporte de los trabajadores.
MEDIDAS DE MITIGACIÓN DE COVID-19 ENTRE TRABAJADORES AGRÍCOLAS.
Fuente: OIT
- Organizar la entrada y salida de los trabajadores a la explotación (evitar aglomeraciones, marcar la distancia en el suelo y evitar el paso en los dos sentidos).
- Facilitar el lavado de manos antes de ingresar y salir.
- Establecer un filtro de detección de síntomas para los trabajadores y sus familias. En caso de que estas entren a las explotaciones. De ser posible realizar el control de la temperatura corporal que no sea mayor a 37.3 grados y asegurarse de que no presente otra sintomatología como: tos seca, estornudos, malestar general, dolor de cabeza y/o dificultad para respirar.
- Desinfectar todo el instrumental o equipo empleado.
- Evitar la visita de trabajadores o personal externo, si es necesario su ingreso, aplicar las mismas medidas de control de acceso.
- En nuevas contrataciones (trabajadores temporales o estacionales), aplicar las mismas medidas de control de acceso, considerando los principios de respeto y no discriminación.