José Ortega Cano y Ana María Aldón rompieron su relación hace días pero todavía continúan siendo matrimonio. Algo que amenaza con durar poco tiempo y es que el torero ha movido ficha después de las duras declaraciones de su todavía mujer el pasado fin de semana. Lo ha hecho comenzando los trámites de divorcio por iniciativa propia, según ha informado Paloma García-Pelayo en El Programa de Ana Rosa, y se espera que sea de mutuo acuerdo.
El diestro no puede más. Los últimos meses han sido de un desgaste que se cobra ahora el peaje en forma de adiós definitivo. Quiere separarse de la madre de su hijo pequeño y que cada uno pueda rehacer así su vida, siempre con el bienestar del menor como objetivo primordial.
Esto es todo un paso adelante por parte de Ortega Cano puesto que Ana María no utilizó la palabra divorcio durante su intervención en el programa Fiesta. Delante de Emma García, la modista habló de ruptura pero no de ir más allá: «La relación con el padre de mi hijo es cordial» pero estaba rota «desde hace tiempo».
La andaluza confirmó que vivían y hacían cosas juntos bajo el mismo techo por el bien de su hijo en común: «Estamos viviendo junto y hablamos. Hemos tenido conversaciones, hay mucha cordialidad, respeto, cariño y un niño precioso. Somos cuatro personas en casa y comemos y cenamos juntos». Fue muy dura al valorar la situación matrimonial: No hacemos planes de pareja, pero sí hacemos planes con nuestro hijo. «No me planteo dar un paso atrás, hacia adelante siempre. Vivimos bajo el mismo techo, pero cada uno lleva su vida».
La decisión de Ortega Cano es firme y llega para confirmar lo que era un secreto a voces, que el matrimonio estaba herido de muerte. Todo lo vivido este pasado verano, con ambos jugando al despiste, sin confirmar ni desmentir nada, ha sido el caldo de cultivo previo a la gran decisión. Primero ruptura y después divorcio. Son los pasos hacia adelante a los que se refería la diseñadora.
Durante los últimos meses se ha visto a una Ana María Aldón muy hundida. Desapareció durante un tiempo de la televisión para centrarse en tratar su depresión diagnosticada. Necesitó tiempo, alejarse, mirar las cosas con perspectiva y analizar cómo salir de ese pozo sin fondo en el que se vio atrapada.
Por su parte, José Ortega Cano ha mostrado su cara más amarga con los medios de comunicación durante sus vacaciones en Costa Ballena. Su nerviosismo era evidente y eso le hizo perder los papeles en algunos momentos: «¡Qué vengáis estas horas irrumpiendo en mi casa y preguntándole a gente!» o el ya famoso «¡Qué me dejéis tranquilo!» fueron algunas de las reacciones que tuvo ante las cámaras.
Las últimas semanas han sido también agitadas para el viudo de Rocío Jurado por otro motivo que no está relacionado con Ana María Aldón sino con Rocío Carrasco. La hija de la más grande señaló directamente al de Cartagena por no plenamente volcado con la chipionera y no apoyarla lo suficiente durante su enfermedad, llegando incluso a negarse a que fuera a Houston para tratarse. De hecho, llegó a instarse a hacer un cara a cara entre ambos que Ortega Cano respondió asegurando que iba a demandarla.
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