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Joven, varón y de minoría étnica: así es el perfil de los más registrados en la calle por la policía en la UE

La policía pidiendo los documentos de identidad, en la entrada de la Puerta del Sol, en Madrid en 2019.
La policía pidiendo los documentos de identidad, en la entrada de la Puerta del Sol, en Madrid en 2019.

Hombre, joven, perteneciente a una minoría étnica, musulmán y no heterosexual. Aquellos ciudadanos comunitarios que caigan bajo estas etiquetas son más susceptibles de ser parados en la calle por la policía en los diferentes países de la Unión Europea (UE). Así lo recoge la Agencia de la UE de Derechos Fundamentales (FRA, en sus siglas en inglés) en un informe de 32 páginas publicado este martes, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte del afroamericano George Floyd ―acontecimiento que espoleó el movimiento mundial antirracismo Black Lives Matter (La vida de los negros importa)― a manos de un policía blanco en Minneapolis (Estados Unidos). “Es hora de reconstruir la confianza entre todas las comunidades y garantizar que las detenciones policiales sean siempre justas, justificadas y proporcionadas“, ha declarado Michael O’Flaherty, director de la FRA, a través de un comunicado.

De los 32.537 encuestados ―todos ellos mayores de 16 años―, los hombres son a los que más para la policía en la UE, un 18%, frente al 10% de las mujeres. La franja de edad más escrutada por las autoridades es la comprendida entre los 16 y los 29 años (21%); y los que menos, los mayores de 65 (6%). Pero los datos más contundentes son los respectivos a la apariencia: el 22% de los que se declaran pertenecientes a una minoría étnica afirman haber sido parados en la calle alguna vez por la policía. Le siguen el 20% de los musulmanes y los que se declaran “no heterosexuales”, con otro 20%.

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“La policía puede detener legítimamente a personas por una variedad de razones (…) Pero la elaboración de perfiles discriminatorios, donde, por ejemplo, la raza o la etnia es la única base para detener a alguien es ilegal”, dicen los autores del primer estudio Your rights matter: Police stops, Fundamental Rights Survey (Sus derechos importan: detenciones policiales, encuesta sobre derechos fundamentales) que compara por primera vez estas prácticas en los Veintisiete países de la UE, el Reino Unido y Macedonia del Norte, según el FRA, con sede en Viena (Austria). Por ejemplo, en los países del sur como España o Malta, las fuerzas del orden tienden a parar menos a la gente por la calle: un 4% y un 7% de los encuestados, respectivamente. En el norte del Viejo Continente son más estrictos: paran al 21% de los encuestados en Irlanda y al 24% en Estonia, según la encuesta realizada entre 2018 y 2019 y en la que se basa el estudio.

La policía austriaca es la que más personas registra por la calle dentro de la UE: 25% de la muestra. Es el país de los Alpes el que alcanza máximos discriminatorios con el 49% de migrantes o descendientes de subsaharianos a los que se da el alto. Llaman la atención las diferencias halladas en las formas que tiene la policía austriaca de parar a un ciudadano para pedirle la documentación. El estudio revela que el 87% de la población general es interceptada por las autoridades en coche, mientras que el 72% de los subsaharianos o descendientes de subsaharianos lo son mientras caminan. Además, a estos últimos les piden más los carnés de identidad que a los que son considerados por el estudio como “población general”.

La etnia gitana es la que mayor discriminación sufre por la calle respecto a la población general en Croacia ―un 33% de los que pertenecen a esta comunidad han sido parados por las autoridades frente al 10% del resto de ciudadanos― y también en los Países Bajos, donde esa relación es de 29% a 10%. En Italia, sin embargo, el grupo más registrado por las fuerzas del orden en la calle son los provenientes del Norte de África. El 29% de ese grupo de población ha sido parado alguna vez por las fuerzas de seguridad, frente a solo el 12% de la población general. En países como Francia y Alemania la discriminación a la hora de efectuar un registro policial en plena calle es la menor de la UE.

Llama la atención, además, que el nivel educativo no parece influir en el resultado de la encuesta. De hecho, son las personas con mayor nivel educativo las que más han sido paradas por la calle por las fuerzas del orden (15%), frente a un 11% de los que declaran tener solo educación secundaria o menos. Los registros policiales tampoco diferencian entre parados o empleados. Se sitúan en el 17% entre ambos grupos.

Respeto en la UE

El 80% de los encuestados en los 27 países de la UE afirma que siempre que la policía les ha parado para un registro les han tratado de manera respetuosa. Eso sí, solo en los casos en los que iban dentro del vehículo. En contraste, el 60% de aquellos que fueron parados mientras iban caminando por la calle sostienen que fueron tratados de manera correcta. Este porcentaje baja hasta el 46% cuando se trata de personas que pertenecen a una minoría étnica.

El grado de respetuosidad percibido por los ciudadanos cuando son atendidos por la policía varía considerablemente entre el norte y el sur de la UE. En Suecia, Finlandia y Dinamarca, la satisfacción con el trato de los agentes supera siempre el 86%, mientras que en países como Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía, ese grado de satisfacción de la ciudadanía con el trato de los agentes ronda el 47%. Los ciudadanos pertenecientes a la etnia gitana que han sido parados alguna vez en la calle por la policía son los que menos confianza muestran hacia las autoridades con una puntuación de 2,8, donde el 10 es el nivel más alto. Una cota no alcanzada por ningún grupo.


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