“Confío en mí y sé que con el paso de los partidos tendré más minutos”, aseguró esta semana Luka Jovic en declaraciones a una revista serbia. El atacante balcánico atraviesa un periodo difícil, pues apenas está teniendo oportunidades por culpa del gran nivel de Benzema y, cuando juega, no está teniendo la suerte de cara ni la puntería necesaria.
Llegado el pasado verano como una petición expresa de Zinedine
Zidane procedente del Eintracht a cambio de 60 millones de euros, Jovic solo ha participado en 11 partidos en lo que va de temporada: 9 de Liga y 2 de Champions. El serbio ha sido titular en tres ocasiones, ante Villarreal (2-2), Osasuna (2-0) y Mallorca (1-0), y ha anotado un solo gol en 10 remates.
La última vez que tuvo minutos fue hace más de un mes, cuando entró en el tramo final para desatascar el empate contra el Betis en el Santiago Bernabéu. Desde entonces no se le ha vuelto a ver sobre el césped y el Madrid tampoco le ha echado de menos: ha resuelto todos sus enfrentamientos con victorias menos contra el PSG.
La visita del Espanyol al Santiago Bernabéu el próximo sábado se presenta como una oportunidad ideal para que Luka Jovic regrese al once y se cargue de moral. El equipo dirigido por Pablo Machín marcha penúltimo en la clasificación y afronta el partido en medio de una crisis galopante de juego y resultados.
La proximidad de los choques contra Valencia y Barcelona a domicilio en las dos próximas jornadas pueden invitar a Zinedine Zidane a hacer rotaciones y uno de los que más números tienen para tomarse un descanso es Karim Benzema. El francés es indiscutible en el sistema del técnico y este podría reservarlo para las visitas a Mestalla y Camp Nou.
El entrenador blanco, gran valedor del fichaje, podría hacerle un hueco en el once a Jovic para que este responda a la confianza con goles y buen juego. El Espanyol le espera.
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