Las familias huyeron de sus localidades debido al incremento de la violencia producida por grupos del crimen organizado que amenazan y extorsionan a los habitantes en diferentes regiones.
Decenas de migrantes desplazados por la violencia que genera el narcotráfico en los estados de Durango, Michoacán y Zacatecas acampan en el parque urbano El Chamizal, frente al Puente Internacional Córdova-Las Américas, mientras esperan que acepten su solicitud de ingreso a Estados Unidos.
Al menos 40 familias de dichas entidades arribaron a Ciudad Juárez la semana pasada y se instalaron en casas de campaña para aguardar su cita en las oficinas de migración para revisar su situación.
Todas esas personas huyeron de sus localidades debido al incremento de la violencia producida por grupos del crimen organizado que amenazan y extorsionan a los habitantes en diferentes regiones.
Miguel Hernández, proveniente del municipio de Río Grande, Zacatecas, declaró en entrevista que abandonó su trabajo en el campo y viajó a esta ciudad fronteriza con su esposa y tres hijos, con la intención de encontrarse con familiares en Texas e iniciar una nueva vida.
“Está muy fea la delincuencia allá, están ejecutando gente y pues no dejan a uno trabajar, tenemos miedo de salir porque hay balaceras a cada rato, balacean en las calles y pues te da miedo salir, mejor viene uno a buscar una opción”, expresó.
El pasado lunes en la aduana les solicitaron el acta de nacimiento, credencial de elector y la CURP de los niños para iniciar su trámite y le entregaron una ficha con el turno que le corresponde para conocer su situación.
“Nos dan una ficha, pero nos toca muy tarde y la cosa va muy despacio, nos tocó la 240 y apenas van como en la 70, vamos a aguantar lo más que se pueda”, aseveró.
En general las familias que están instaladas en El Chamizal son de entre 10 y 12 integrantes, la mayoría menores de edad, quienes juegan en las áreas verdes del parque bajo una temperatura que oscila los 32 grados centígrados.
En un campamento improvisado, los mexicanos desplazados se organizan entre paisanos para comprar y preparar comida, pues aseguran que es más barato hacerlo de forma colectiva, considerando que su estancia en el sitio se puede prolongar por lo tardado de los trámites. Actualmente los turnos van entre 60 y 70, cuando hay personas que tienen la ficha 360.
El señor Benito García, del municipio General Francisco R. Murguía, también en Zacatecas, junto a su esposa y sus tres hijos llegaron el jueves de la semana pasada. Le dieron el turno 150, por lo que ya está considerando buscar trabajo en Ciudad Juárez, en caso que no se resuelva su situación migratoria.
“Venimos huyendo de la delincuencia, llegan y sacan a personas de las mismas casas; son grupos del narcotráfico, supuestamente están queriéndose meter un cártel de Durango al municipio de Juan Aldama”, relató.
En la misma situación está la familia del señor Miguel Ángel Cox Pérez, de Ciudad Hidalgo, Michoacán, quien tiene el turno 307 y que huyó de su hogar por las extorsiones de los grupos criminales que operan en la entidad.
“Estamos aquí por la inseguridad en el estado, está difícil estar allá con la familia, muchos secuestros hay mucha inseguridad en Michoacán, me llegaban amenazas de levantar a uno de mis hijos o secuestrar a los familiares, hay muchos muertos, mucha voladera de cabezas”, comentó.
En su localidad, Miguel Ángel Cox tenía una mueblería, pero recibió amenazas que si no pagaba derecho de piso le harían daño a su familia. Detalló que a los comercios les exigen entre tres y cuatro mil pesos mensuales.
Asimismo, comentó que no optó por cruzar a Estados Unidos de forma ilegal pues los coyotes cobran hasta siete mil 500 dólares por persona, por lo que está dispuesto a permanecer en el campamento improvisado con tal de conseguir seguridad.
“Tenemos una esperanza de cruzar al otro lado, buscamos seguridad, pero si no se puede vamos a tener que regresar para allá, pero no quisiéramos”, aseveró. (Ntmx)