Juchitán, Oax.- Al salir de su casa, María Jiménez López tiene que saltar para evitar las aguas negras que corren por el pavimento de la novena sección “Cheguigo” de Juchitán; lleva viviendo de esta forma al menos tres años.
En la quinta sección de esta misma ciudad zapoteca, a escasos 10 pasos del río Los Perros, vive Emerit Crispin con su esposa y sus dos hijos menores de edad.
Todos los días, durante mañana, tarde y noche, esta familia juchiteca convive con las aguas residuales que son vertidas en el afluente natural.
Hace 5 años, a Emerit y sus vecinos les dijeron que las aguas negras caerían solo 15 días en el río, como parte de unas obras de rehabilitación del drenaje.
Su hijo menor ha presentado manchas oscuras en espalda y pecho. Tras ir a una consulta médica con un especialista, se les informó que la posible causa son las aguas negras con las que conviven las 24 horas del día.
Él y sus vecinos han pensado en clausurar definitivamente el colector que contamina el río, porque durante la temporada de lluvias es mucho peor la situación, el olor es insoportable e inclusive tienen que irse a vivir por días o semanas a otros sitios para evitar enfermedades.
Otros habitantes de la séptima sección improvisaron un “canal de pavimento” para que las aguas negras corran sin bloqueos, pero no pueden dejar de respirar el mal olor.
Juchitán se localiza en el Istmo de Tehuantepec y tiene 120 mil habitantes que, con diversos grados, enfrentan este problema de salud pública, aunque se considera la capital comercial más importante del estado y un gran productor de energía “limpia”, por la presencia de turbinas eólicas.
Hace más de 30 años comenzó la pavimentación de las calles de esta ciudad, pero se hicieron sin renovar la red de drenaje, que en ese entonces estaba conformada por tubos de concreto que ya caducaron. El terreno también se ha visto afectado por los terremotos.
El problema de aguas negras radica en la falta de planeación, asegura el activista en defensa del río, Tomás Chiñas, quien afirmó que el sismo de 2017 dejó afectada la red de drenaje. Ante ello, presentaron un plan estratégico para el saneamiento de la cuenca al presidente Andrés Manuel López Obrador en su última visita a Juchitán, quien le encargó el tema a la Sedatu.
Alertó que la ciudad vive contaminada, -superficies, calles, río, mantos acuíferos- por lo que alertó sobre la urgencia de conocer la calidad del agua que está bebiendo la población.
Juchitán produce energía verde pero no tiene planta de tratamiento de aguas negras
Las autoridades locales, encabezadas por el presidente municipal de Juchitán, Emilio Montero Pérez, reelecto por segunda ocasión, aseguran que han atendido los llamados de la ciudadanía.
Durante el primer trienio (2019-2021) de Pérez, el director de Obras, José Antonio Sánchez López, informó que detectaron 97 puntos colapsados y aplicaron 30 millones de pesos para rehabilitar 30 puntos, pero todos los días aparecen nuevas zonas de conflicto.
“Acudimos a los llamados, prestamos el Vactor cuando lo necesiten, pero la realidad es que toda la ciudad está colapsada. Lo que tememos son las lluvias, por lo que hacemos un llamado al gobierno federal para que se apliquen los recursos del Programa Nacional de Reconstrucción y también se asigne el recurso que redireccionó el gobierno de Oaxaca para atender el drenaje en Juchitán”, indicó el funcionario municipal.
Las nueve secciones poblacionales de Juchitán enfrentan el daño de la tubería del drenaje sanitario, que de acuerdo con un estudio de la Dirección de Obras, ya cumplió su vida útil.
Son 67 puntos los afectados por el drenaje sanitario, además la planta de tratamiento residuales no funciona, y para ello se requiere de 40 millones de pesos y no lo tenemos.
El funcionario recalcó que en 2019, el gobierno estatal asignó y redireccionó un recurso de 40 millones de pesos tras un préstamo millonario que solicitó, pero el recurso no ha sido liberado.
Source link