Un juez federal de San Francisco desestimó, el pasado viernes, una demanda del expresidente estadounidense, Donald Trump, al demostrar que Twitter no violó los derechos a la libre expresión de la Primera Enmienda, ya que solo se aplica a las restricciones gubernamentales del discurso y no a restricciones de las compañías privadas, como la red social que recientemente compró el millonario Elon Musk.
Recientemente, Trump declaró ante medios de comunicación que no planeaba volver a la plataforma, pero los abogados del expresidente argumentaban en la querella que Twitter actuaba a instancias del actual gobierno estadounidense porque presumían que la eliminación de su perfil, que llegó a tener cerca de 90 millones de seguidores, se suscitó bajo la presión de legisladores demócratas.
Sin embargo, ésta no fue la única red social en la que se vetó al expresidente; también, en su demanda incluía a Facebook, de Meta, y a YouTube, de Google, mientras defendía su postura argumentando que lo habían censurado ilegalmente después del asalto al Capitolio, en enero de 2021, cuando sus seguidores irrumpieron violentamente el lugar para tratar de impedir que el Congreso reconociera la victoria de Joe Biden como presidente de Estados Unidos.
De igual forma, un comité de acción política de Donald Trump empezó con la recolección de fondos en tanto se anunciaba la querella, a finales del año pasado.
Desde hace meses, Donald Trump anunció que lanzaría su propia red social y el pasado jueves 29 de abril lo logró al publicar un breve mensaje en su nueva plataforma “Truth Social”, en el que decía: “¡He vuelto!”.
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