Al determinar que la autoridad de la Junta de Educación es “excelente, pero no ilimitada”, un juez falló el martes a favor del padre de un estudiante de 12 años que cuestionó el mandato de vacunación estudiantil contra el coronavirus del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) y encontró que la resolución que aprueba la directiva choca con la ley estatal.
Tres meses después de escuchar los argumentos y presentar el caso, el juez de la Corte Superior de Los Ángeles, Mitchell Beckloff, revocó su fallo provisional en el que dijo que inicialmente se inclinaba a fallar a favor del LAUSD en el caso presentado por el padre, quien se identifica en documentos judiciales sólo como G.F. y su hijo cómo D.F.
G. F. presentó el caso el 8 de octubre pasado en nombre de él y su hijo, un estudiante de la Academia de Ciencias STEM Magnet. G. F. sostuvo que el estado y no el LAUSD está autorizado a emitir mandatos de vacunación y que el requisito del distrito de que los alumnos no vacunados de 12 años o más asistan a clases de aprendizaje independiente fuera del campus viola el Código de Educación del estado.
El panel de la FDA votó por 19 a 2 a favor de que las dosis de refuerzo de COVID-19 contengan alguna versión de la variante Ómicron, a fin de que formen parte de una campaña de refuerzo prevista para el otoño boreal.
El juez señaló en su fallo que si el D.F. permanece sin vacunar, se verá obligado a abandonar la academia y será sujeto a un plan de estudios diferente.
Beckloff dijo además que si bien la autoridad de la Junta de Educación es “excelente”, no es ilimitada. Encontró que la resolución de vacunas para estudiantes aprobada el 9 de septiembre entra en conflicto con la ley estatal y choca con el Código de Salud y Seguridad del estado al no permitir exenciones por creencias personales.
“Si bien el LAUSD argumenta que el fallo de la corte debería aplicarse a D.F. sólo que el tribunal no encuentra justificación para tal limitación dada la falta de autoridad de la junta para adoptar la resolución”, escribió Beckloff.
En declaración jurada, G.F. dice que cree que la vacuna podría dañar irreparablemente a su hijo, quien ya contrajo y se recuperó del coronavirus y puede tener una fuerte inmunidad natural.
“Además, me preocupa que vacunarlo pueda resultar aún más peligroso ahora que ha tenido COVID-19”, dijo G.F. dice. “Entre otras cosas, temo que la vacuna pueda exacerbar su sistema inmunológico y sus anticuerpos”.
Habiendo sopesado esos riesgos contra lo que él cree que es un “riesgo estadísticamente minúsculo” de que su hijo vuelva a contraer el coronavirus, G.F. dice que “objeta con vehemencia el intento del LAUSD de forzar la vacunación de su (hijo)”.
D.F. ha recibido todas las demás vacunas infantiles requeridas, según su padre.
El departamento de salud pública del condado de Los Ángeles advierte a la comunidad que las pruebas de antígeno de COVID-19, que son las caseras, pueden dar falsos negativos al comienzo de la enfermedad.
En sus documentos judiciales, los abogados del LAUSD sostienen que la reparación judicial solicitada por G.F. y su hijo “fracasa en todos los niveles imaginables” y debería habérsele negado.
El alivio buscado por G.F “pide a este tribunal que ignore los riesgos potencialmente mortales que presenta el COVID-19 y la amenaza correspondiente que representa para la educación pública…”, argumentaron los abogados del LAUSD en sus documentos judiciales.
Source link