LONDRES — El proceso de extradición a Estados Unidos de Julian Assange, fundador del portal WikiLeaks, por difundir información confidencial de ese país en 2010, empieza este lunes en el tribunal Woolwich Crown Court, en el sureste de Londres.
Se espera que Assange, que está detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, contigua al tribunal, comparezca en este primer día del juicio, que durará varios días con la presentación de las argumentaciones, antes de que sea postergado hasta mayo.
Antes del comienzo del proceso, previsto para las 10.00 GMT, el equipo legal de Assange – como el coordinador de la defensa, Baltasar Garzón- espera tener un encuentro con los medios.
Assange, que había sido detenido inicialmente en 2010 en el Reino Unido a petición de Suecia por un caso de presuntos delitos sexuales que ya está archivado, ha pasado los últimos diez años encerrado, primero bajo arresto domiciliario y después refugiado en la embajada de Ecuador en Londres hasta que este país le retiró el exilio en 2019 y fue arrestado por la Policía británica y llevado a Belmarsh.
El pasado mes de mayo, EEUU pidió a Londres su extradición por 18 presuntos delitos de espionaje y conspiración para cometer intrusión informática, que, si es declarado culpable, puede ser condenado a 175 años de cárcel en ese país.
Estados Unidos considera que Assange conspiró con Chelsea Manning, la soldado estadounidense que filtró gran cantidad de cables diplomáticos confidenciales del Gobierno de ese país.
Con motivo del comienzo del juicio de Assange, el director del portal, Kristin Hrafnsson advirtió, en unas declaraciones a los medios, de que el resultado del juicio determinará “el futuro del periodismo”, porque decide “qué sucede con un periodista que difunde información de un Estado veraz y de interés público”.
De sus conversaciones con Julian Assange declina hablar por derecho a la privacidad; la última vez que lo visitó fue en enero o febrero.
El australiano de 48 años ha recibido el apoyo de periódicos como “The Guardian” y “The New York Times” y asociaciones como Reporteros sin Fronteras y Amnistía Internacional (AI).
En los últimos días, un testigo citado por la defensa de Assange aseguró que el presidente de EEUU, Donald Trump, ofreció el indulto al fundador de WikiLeaks si negaba la implicación de Rusia en una filtración de correos electrónicos en 2016.
El abogado Edward Fitzgerald aseguró que tiene pruebas que sugieren que el antiguo congresista republicano Dana Rohrabacher hizo esa oferta al activista australiano.
El letrado aseguró que Rohrabacher visitó la embajada ecuatoriana en el Reino Unido en 2017, cuando Assange permanecía asilado. WikiLeaks aireó en 2016 unos correos electrónicos que afectaron a la campaña por la presidencia de la demócrata Hillary Clinton.
Las imágenes de estos videos de vigilancias fueron obtenidas por el diario español El País.
En tanto, varios médicos pidieron la semana pasada que el fundador de Wikileaks reciba atención sanitaria urgente, en una carta publicada en la revista médica británica “The Lancet”.
Encabezados por Stephen Frost y Lissa Johnson, los signatarios procedentes de 18 países urgieron a los Gobiernos del Reino Unido y Australia que se termine “con la tortura” que implica no atender al informático, cuya salud se está deteriorando.
Los firmantes señalaron que el programador no ha recibido atención médica adecuada y lamentaron que, según el testimonio de varias fuentes, su salud física y mental está empeorando.
Recordaron que, en una comparecencia judicial el pasado octubre, apareció pálido y con bajo peso, cojeando y con problemas para concentrarse y comprender el proceso.
Los firmantes de la misiva condenaron “la negación de atención sanitaria adecuada” al periodista y subrayaron que “no debe permitirse que la política interfiera con el derecho a la salud y la práctica de la medicina”.