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Julien de Casabianca y su street art

Cuando queremos ver obras de arte solemos acudir a un museo, pero en los últimos años en algunas ciudades, también ha sido posible ver algunos de los grandes cuadros de la historia impresos literalmente y pegados sobre grandes edificios. Esta es la obra del genial Julien de Casabianca, un artista callejero cuyo street art se ha convertido en el más popular de todos (con permiso del de Banksy).

Julien de Casabianca y su street art

Julien de Casabianca es un artista francés que nació el 8 de agosto de 1970 y en una visita al Louvre en el año 2014, encontró su canal o su forma de expresar el arte de una manera que ha sorprendido a todos en el mundo.

Así es, mientras recorría las obras tuvo la sensación de que los cuadros estaban «atrapados» entre las paredes de ese gran museo y deseó profundamente darles una nueva vida a algunas de ellas. Por ello, tomó una foto de uno de los cuadros del museo (el del retrato de Mademoiselle Caroline Rivière) , la imprimió y la pegó en una calle de París. A partir de ese momento nacía su monumental street art que desde entonces forma parte del paisaje de muchas ciudades y  lo embellece con maestría.

Quizás sea uno de los creativos más completos ya que ha trabajado como periodista, investigador, cineasta y escritor. Su primera película, Noche después de la lluvia fue un presagio del trabajo que vendría para él.

Casabianca busca derribar muros y acercar el arte a la población en general. Con su street art, no es necesario acudir a espacios culturales para admirar piezas notables. Así, sus intervenciones empapan diferentes sitios y los renuevan. Convierte escenas y edificios ordinarios en extraordinarios.

La técnica de Casabianca

Este nuevo maestro francés del «arte en la calle» se llama a sí mismo «ante todo fotógrafo». A lo largo de sus collages urbanos, en formatos grandes, incluso muy grandes, la técnica de Casabianca no varía. El tema es primero fotografiado con un teléfono móvil en su marco original, en el museo, luego magnificado en formato muy grande sobre papel de imprenta simple (90g/m2) y pegado por el propio artista sobre la piedra o el hormigón de los baldíos urbanos.

Los comisarios de museos colaboran sin dudarlo en esta nueva forma de arte colaborativo y urbano. Casabianca no les toma prestadas las obras, sino que simplemente las devuelve al dominio público porque son de todos.

Él selecciona donde expone su arte

Desde Jacksonville (Florida) hasta Barcelona, ​​el experiodista siempre elige los edificios en los que desea proyectar la obra que imprime. Pero la máquina del tiempo tiene sus límites y se detiene en los años 50: “Un collage demasiado contemporáneo se convertiría en graffiti” dijo años atrás a AFP y perdería entonces todo su sentido.

Casabianca generalmente prefiere «exponer» en los barrios populares, pero nunca sin el acuerdo de los vecinos ya que no quiere que piensen que es un «vándalo» y tener que dar explicaciones.

Por eso el artista prefiere explicar antes de intervenir. Como hace un tiempo en Nueva Orleans (sureste de Estados Unidos) donde, antes de pegar esclavos en una pared, “habló primero con el vecino de enfrente, que era negro”, y sin duda descendiente de esclavos.

París, Londres, Roma, Belo Horizonte (Brasil) y Asunción (Paraguay) también han visto florecer en sus paredes los collages de Casabianca. Un artista que ha hecho del arte una nueva expresión visual que puede asaltarnos por sorpresa cualquier día.


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