Juristas internacionales rinden homenaje a la jueza Ginsburg, icono de la igualdad


Destacadas figuras del mundo del Derecho y de la judicatura mundial rindieron este lunes homenaje a la magistrada del Tribunal Supremo de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg, icono de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, especialmente de la igualdad de género. El tributo a la jueza, fallecida en septiembre de 2020, centró la primera de las dos jornadas consagradas al Estado de derecho que clausura este martes en Madrid la Asociación Mundial de Juristas (WJA en sus siglas en inglés). En ese acto, celebrado en Casa América, el Rey entregó la medalla de honor Ruth Bader Ginsburg a ocho destacadas juristas internacionales por su defensa del Estado de derecho.

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El tributo a la figura de esta jueza que demostró —primero como abogada y después como magistrada— que la desigualdad de género era inconstitucional, reunió a juristas de más de 40 países, entre ellos los presidentes de los principales tribunales internacionales, presidentes de tribunales supremos y constitucionales, juristas y profesores de Derecho. También asistieron el ministro español de Justicia, Juan Carlos Campo, y el colombiano, Wilson Ruiz Orejuela.

Felipe VI elogió la trayectoria de la magistrada estadounidense. “Es muy acertado este homenaje internacional a una mujer ejemplar cuyo fallecimiento ha provocado tristeza en todos los que sentimos como propios los valores que con tanta tenacidad y brillantez defendió”, señaló. El jefe del Estado tomó como ejemplo la labor de la jueza para defender los valores democráticos en el mundo. “El Estado social y democrático de derecho es la forma política más adecuada que la civilización ha conseguido frente al autoritarismo, la arbitrariedad, para organizar la convivencia entre los ciudadanos y los países”, enfatizó.

El punto álgido del homenaje fue la entrega que hizo Felipe VI de un galardón creado en memoria de la jueza por la Asociación Mundial de Juristas: la Medalla de Honor Ruth Bader Ginsburg, concedida por un jurado presidido por la hija de la magistrada, la también jurista y catedrática de Derecho de la Universidad de Columbia Jean C. Ginsburg. En esta primera edición, el premio ha recaído en ocho juristas defensoras de la igualdad, la no discriminación y el refuerzo del Estado de derecho.

Las galardonadas son la jurista peruana y vicepresidenta de la Corte Penal Internacional Luz Ibáñez Carranza, la jueza española Rosario Silva de Lapuerta, vicepresidenta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea; la presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Maite Oronoz; la jurista australiana y alta comisionada auxiliar de las Naciones Unidas para los Refugiados Gillian Triggs; la jueza surcoreana Young Hye Kim; la primera mujer no blanca miembro del Tribunal Supremo de Sudáfrica, Navi Pillay; la magistrada del Tribunal Supremo de la India, Sujata Manohar y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.

“Este premio es una forma eficaz de promover el legado de una gigante”, expresó Lagarde, portavoz de las ocho mujeres premiadas, que alabó también el papel de la magistrada Ginsburg como un “agente de cambio”. La jueza “inspiró y guio a muchos de nosotros y seguirá inspirando a muchos hombres y mujeres más”, aseguró.

Muchas otras voces de juristas, de sus antiguos colaboradores o de colegas de la jueza glosaron la figura de una mujer descrita como bondadosa, con gran sentido del humor, como una “roca de rectitud”, según la definió por videoconferencia uno de sus colegas en el Tribunal Supremo, el juez Stephen Breyer.

Elogios de colegas

La catedrática de Derecho Jean C. Ginsburg también recibió de manos del Rey un premio especial por haber presidido el jurado. Ginsburg contó cómo su madre tuvo que enfrentarse a la discriminación contra la que tanto luchó. “Cuando mi madre murió, mientras estaba ordenando sus papeles, encontré una carta de un importante bufete de Nueva York, fechada en 1958, en el que declinaban ofrecerle un puesto fijo aludiendo a la mayor productividad de otros abogados”, relató, en lo que, para la también jurista, era una clara alusión a que la entonces abogada era ya madre.

La primera de las jornadas sobre el Estado de derecho de la WJA dedicó también una de sus mesas redondas a un diálogo que mantuvieron los magistrados que presiden los tribunales internacionales de derechos humanos de América, de África y de Europa, así como el presidente del Tribunal Penal Internacional de La Haya y la vicepresidenta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Estos magistrados coincidieron en resaltar el papel central de los derechos humanos en el Estado de derecho.


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