La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha denunciado los “atroces” crímenes cometidos por Rusia en la guerra de Ucrania y ha asegurado que su Gobierno ha concluido que se trata de “crímenes de lesa humanidad”, según ha afirmado durante su intervención este sábado en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Los perpetradores, ha avisado, “tendrán que rendir cuentas ante la justicia”. “Debemos estar de acuerdo en que, en nombre de las víctimas, conocidas y desconocidas, es necesario impartir justicia”, ha añadido.
Las declaraciones de Harris se producen cuando está a punto de cumplirse un año desde el inicio de la invasión, lanzada el 24 de febrero de 2022, y ante la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Polonia la próxima semana. Washington trata de aislar todavía más al presidente ruso, Vladímir Putin, y de preparar a Ucrania para una contraofensiva del Kremlin en primavera, para la que Kiev necesita armas más avanzadas y de mayor alcance de los aliados occidentales. La conclusión sobre los crímenes cometidos por Rusia no tiene efectos inmediatos para el conflicto, pero contribuye a aumentar la presión de cara a futuros juicios y sanciones de tribunales internacionales.
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Una investigación de Naciones Unidas publicada en diciembre pasado ya concluyó que las tropas del Kremlin cometieron crímenes de guerra. Así, el informe de la ONU recogió distintos casos de matanzas de civiles, como el de Bucha, ciudad cercana a Kiev, donde las tropas ocupantes dejaron las calles regadas de cadáveres. La conclusión estadounidense de que se trata de “crímenes contra la humanidad” significa que Washington acusa a Rusia del delito más grave del derecho internacional, en el que los actos criminales son sistemáticos, generalizados e intencionados contra la población civil. Rusia niega haber atacado intencionadamente a civiles, así como la comisión de ningún crimen.
Episodios “bárbaros e inhumanos”
Harris ha denunciado que los ataques del ejército ruso a la población se ejecutaron “de forma sistemática” y se ha referido a varios episodios, especialmente “bárbaros e inhumanos”, como las decenas de víctimas halladas en Bucha; el bombardeo del 9 de marzo en una maternidad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, en la que entre las tres víctimas mortales hubo un niño, y la agresión sexual a un niño de cuatro años por parte de un soldado ruso que reseñó el informe de la ONU. También ha hablado de personas deportadas por la fuerza: “Centenares de miles, incluidos niños”.
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Rusia es ahora un país “debilitado”, ha asegurado la vicepresidenta estadounidense, después de que la coalición de aliados occidentales haya contribuido a defender a Ucrania de la agresión. Washington seguirá apoyando a Kiev “el tiempo que haga falta”, ha subrayado Harris, que ha advertido de que el tiempo “no juega a favor de Moscú”. “Ningún país puede estar seguro en un mundo en el que otra nación puede violar su soberanía e integridad territorial; donde los crímenes contra la humanidad permanecen impunes; y donde un país con ambiciones imperialistas puede salirse con la suya”, ha remarcado la número dos de la Casa Blanca.
Harris ha insistido en que el mundo no puede permitir que el “ejemplo violento” de Rusia cale de forma que otros países se vean alentados a seguirlo. Después, ha subrayado que le “inquieta” que Pekín haya “profundizado su relación con Rusia desde el inicio de la guerra”. También ha lanzado una advertencia en el caso de que China suministrase apoyo militar a Moscú: lo que estará haciendo es “recompensar la agresión” y “socavar todavía más el orden internacional”.
Escasez de munición
Todo apunta a que el conflicto en Ucrania se prolongará. Y este rumbo de los acontecimientos ha despertado en Occidente inquietud acerca de la capacidad industrial para sostener con suficientes armas y municiones el esfuerzo bélico de Ucrania y a la vez mantener sus arsenales en un nivel adecuado. Varios líderes se han referido a esta cuestión en la Conferencia de Seguridad de Múnich. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aprovechado la cita para plantear una iniciativa a escala europea que, a través de un esquema planificado de compras conjuntas, facilite la expansión de la capacidad de producción industrial.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este sábado durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.JOHANNES SIMON / POOL (EFE)
“Ahora es el momento de acelerar la producción de productos estandarizados, que Ucrania necesita desesperadamente, entre ellos munición”, ha dicho la líder comunitaria. “Lo que he pensado es usar el Mecanismo de Paz Europeo, que ya existe y sirve para financiar el suministro de armas por parte de los Estados miembros a Ucrania. Hemos reunido a la industria de la defensa europea y hemos preguntado qué es lo que necesitan para ampliar la capacidad de manufactura de productos estandarizados. Lo que tenemos que hacer es parecido a lo de la pandemia. Podemos pensar en contratos de adquisición anticipada que pueden dar a la industria la posibilidad de invertir en líneas de producción ahora”, ha explicado Von der Leyen.
Sentada a su lado en el mismo panel, Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, ha coincidido en la “necesidad de ampliar la producción de armas y munición muy rápidamente”.
El día anterior, en la jornada inaugural de la conferencia, también el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se refirieron a la cuestión. “Durante tiempo, hemos pensado en la relación entre ministerios de Defensa y la industria del sector como la de una empresa que está comprando un coche; creyendo que siempre habría stock, producción, o piezas de mantenimiento”, dijo Scholz. “Una vez satisfecho el pedido, aceptábamos que la producción se parara. Tenemos que entender que para nuestra seguridad es necesario cambiar esto”, prosiguió el canciller.
El líder alemán también apuntó a la necesidad de una “producción permanente de las armas más importantes que usamos, para su mantenimiento y por la munición. Eso es lo que estamos aprendiendo; estamos actuando para corregir el problema, tanto por nuestras propias capacidades de defensa como por el apoyo a Ucrania. En ese contexto, hemos reanudado la producción de munición de vehículos Gepard [tanques con capacidad antiaérea]. También estamos pensando en cómo lograr munición para los tanques de origen soviético o ruso que utiliza Ucrania. En este apartado nuestros socios del Este pueden desempeñar un papel importante”
Macron también se refirió a la cuestión, realizando un claro llamamiento a “aumentar la capacidad de producción” de la industria de defensa europea. El presidente francés aprovechó su intervención en Múnich para exhortar a los europeos a “invertir masivamente” en este sector, como elemento indispensable para asegurar a la UE una plaza en las mesas de seguridad y geoestrategia del futuro.
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