Kamala Harris busca tocar el corazón de los votantes en condiciones altamente adversas, dice el Dr. Abelardo Rodríguez Sumano, quien analiza en esta primera parte de su perfil los orígenes académicos e ideológicos de la candidata demócrata a la Vicepresidencia de EU, en el monitoreo rumbo a las elecciones presidenciales, un ejercicio académico-periodístico realizado por el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana y Aristegui Noticias.
Por Abelardo Rodríguez Sumano
@AbelardoRodriz
Con su nominación a la Vicepresidencia, Kamala Harris lleva a la campaña de Joe Biden una bocanada de aire fresco en medio de un contexto convulso permeado por la pandemia, la violencia y los incendios más atroces no vistos en décadas en el Estado de California.
En el 2016, Hillary Clinton y su equipo lucían distantes de la agenda progresista y liberal en el marco del espectro estadounidense. No convencían: generaban dudas, incluso, la campaña de Hillary presentaba divisiones entre los electores blancos, algunos colectivos de mujeres, afroamericanos, chicanos, musulmanes y jóvenes; divisiones y cuestionamientos al legado de su marido el ex presidente, Bill Clinton. Además de una política de doble moral entre los principios y la vida privada de la familia, pero también a la actuación de Hillary al frente del Departamento de Estado (2009-2013) de su país. En efecto, sectores tradicionales que deberían haberse sumado a su campaña, llamaron en el 2016 a no votar por ella, a votar por un candidato independiente, abstenerse o bien, tachar su boleta.
No obstante, Hillary Clinton ganó el voto popular, pero perdió el voto electoral y, con ello, la Casa Blanca el 8 de noviembre de 2016; así su viejo y anhelado sueño descendía por los suelos. Además de que no supieron atajar el coraje y resentimiento profundo que había en el electorado que abrazó la plataforma del America First de Donald Trump, asunto al que volveremos en otra entrega.
En el 2020, el Partido Demócrata no quiere repetir los errores del pasado; inflamar las divisiones, ampliar la brecha de la disidencia; no hay tiempo para ello, confiesan Bernie Sanders y Elizabeth Warren, que perdieron en las primarias y aspiraban a la nominación presidencial. Los demócratas saben que la nación está en peligro y que éste es el momento para sumar esfuerzos, buscar convencer a los indecisos; sumar y ganar la Presidencia.
En el fondo, es un proyecto conservador: regresar al centro del espectro político que balancearía a la formula Joe-Kamala, pero que tendría como misión recuperar la Constitución y, de ser posible, reencauzar a la nación, ¿acaso hay otra opción en las circunstancias actuales?
La nominación de Kamala Harris como compañera de fórmula de Joe Biden confirma que están dispuestos a jugarse el todo por el todo y buscar arrebatar a Donald Trump la Casa Blanca. La aceptación de su nominación a la Vicepresidencia fue el momento clave para denunciar a Trump por los costos en vidas humanas que está dejando la pandemia, especialmente entre los grupos más vulnerables: afroamericanos, latinos, indígenas y migrantes. En esa línea de pensamiento es relevante detenernos con algunos datos biográficos de Kamala Harris.
Padres y la inmigración
Estados Unidos como una nación de inmigrantes cuenta en los orígenes de Kamala con esa veta en la saga de la candidatura a la Vicepresidencia. Su padre es de Jamaica, Donald Harris —posteriormente naturalizado estadounidense—, y su madre, Shyamala Gopalan, de la India y naturalizada también estadounidense. Ambos se conocieron en la Universidad de California, Berkeley, como estudiantes de posgrado, el primero en matemáticas y economía, y la madre persiguiendo un doctorado en endocrinología y nutrición que obtuvo en 1964. De esa manera, participaron en el movimiento clave por los derechos civiles en Estados Unidos.
En 1960, 17 países africanos alcanzaron su independencia y la Revolución Cubana resonaba fuertemente en el campus de Berkeley. La African American Association y el grupo Black Studies vieron nacer al Black Panter Party, que congregó un movimiento político y después armado al establishment en Oakland, California. A esa región viajaban estudiantes de Luisiana y Texas y convergieron con estudiantes de África y del movimiento de los derechos civiles de Estados Unidos, que luchaban por lo que se conformó como una causa común: la emancipación colonial y los derechos humanos; época en la que a pesar del conservadurismo de la Universidad de California, eclipsaba la efervescencia de los derechos civiles en el campus y en algunas ciudades de Estados Unidos. A los padres de Kamala los unió una paradoja de la historia: Jamaica dejó de ser colonia británica en 1962 y la India en 1947.
El padre de Kamala era cauto y conservador; la madre, más activa y pudo desarrollar una aceptación en los grupos de estudio y organización africana sin vincularse a movimientos más radicales. La vida y la historia unió a Donald y Shyamala. Sin embargo, ambos se divorcian cuando Kamala apenas tenía 7 años de edad. El complejo Berkeley-Oakland le brinda a Kamala un activismo vital en la consciencia política de la Unión, que se desarrolla más por influencia de la madre que de su padre. Al final, su progenitor se desempeñó como profesor de la Universidad de Standford y su madre, como una investigadora de la Universidad de California en Berkeley; ambos padres son egresados de UC, Berkeley, universidad que combina el activismo con el desfile de varios premios nobel de distintas disciplinas y que conserva algunos de los programas de mayor ranking en Estados Unidos.
El eje Berkeley-Oakland
En el imaginario colectivo, el eje Berkeley-Okland en el Área de la Bahía, representa una de las regiones más progresistas de Estados Unidos. A la cabeza de ese movimiento se encuentra la Universidad de California como la base intelectual del Estado. Sin embargo, California cuenta con un ramillete más amplio aún e impresionante de universidades como Standford, Cal. State o la Universidad del Sur de California entre otras. No cabe duda que la designación de Kamala es una apuesta por el imaginario colectivo y el idealismo que quiere recuperar el Partido Demócrata, que han extraviado los políticos de Washington de los últimos años. No obstante, para el conservadurismo estadounidense y los seguidores de Trump, ese antecedente retrata con claridad a “los otros”, a los que hay que combatir a toda costa.
Estudios
A pesar de que Kamala fue al kínder en Berkeley, a la Thousand Oaks Elementary School, y que se empapó de la militancia de la región por la influencia de sus padres, sus estudios de licenciatura los hizo en la Howard University en Washington D.C. Lo anterior habla de su convicción por adentrarse en las entrañas en la equidad educativa, racial y económica en el corazón de la vida política de la capital federal. Y en uno de los bastiones de lo que fue la esclavitud de su país. De esa forma, Harris estudió Ciencia Política y Economía en una de las universidades clave de la historia y el movimiento afroamericano en la historia de ese país. Finalmente, decide estudiar leyes en Hasting University en California, donde desarrolla su vida política. Howard permeó su identidad política y Hasting la dotó de la ciencia jurídica para la acción legal a lo largo de su carrera política.
California
Por méritos propios, California es la quinta economía del mundo; la tercera entidad más grande de la Unión y puede definir una contienda presidencial por contar con el mayor número de votos electorales (55). En el 2020, Estados Unidos cuenta con 331 millones de los cuales, 41 son de California y 21 millones de esa entidad son elegibles para sufragar el 3 de noviembre.
La influencia de California en la economía, el estilo de vida, la inmigración, la carrera espacial y el control de fronteras pasa por aquí. La complejidad de esta sociedad atraviesa a la entidad entre Sacramento y San Diego. La salida al Pacífico los hace receptores naturales de una de las migraciones más potentes del Sudeste asiático. Asimismo, les da una mirada a través de la Quinta Flota a la interoperabilidad de recursos que se mueven entre el portentoso Asia-Pacífico y las Américas que alcanza de San Diego al Río de la Plata. Sin olvidar el lugar central que juega en la relación con México y el resto de América Latina. Silicon Valley es el corazón tecnológico de la región. No obstante, el norte de California se ha convertido en unas de las áreas más caras de los Estados Unidos y la violencia en Oakland y Berkeley es cada vez más recurrente.
Una preocupación cada vez más latente en diversos habitantes de Oakland es que esa violencia de la policía contra la población afroamericana pueda decantar en una guerra civil de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Asimismo, el brillo de antaño oscila en el humo de los incendios en California, la peor pandemia de la historia del último siglo y el choque histórico con Donald Trump.
Kamala Harris buscará tocar el corazón de los votantes en condiciones altamente adversas.
Agradezco a Emiliano Hernández Torres su apoyo para este texto.
www.abelardorodriguez.com
FUENTES DE VERIFICACIÓN
Doctorado de Shymala Gopalan: http://oskicat.berkeley.edu/record=b14935598~S1
Año en que se conocen los padres de Kamala: https://www.nytimes.com/2020/09/13/us/kamala-harris-parents.html
Edad de Kamala con el divorcio: https://www.mercurynews.com/2019/02/10/kamala-harris-president-parents-shyamala-gopalan-donald-harris-berkeley/
Sobre la historia de Kinder de Kamala: https://www.berkeleyside.com/2019/01/24/did-kamala-harris-berkeley-childhood-shape-the-presidential-hopeful
Sillicon Valley como el corazón tecnológico de California: https://www.businessinsider.com/most-high-tech-cities-in-the-us-2017-8?r=MX&IR=T#1-san-francisco-california-11