Kanye West, protagonista de un documental de Netflix que lleva grabándose 21 años

Kanye West es el artista negro más rico de Estados Unidos según proclamó a bombo y platillo Bloomberg el mes pasado, pero también es un hombre de negocios que ha estado casado con la estrella de la telerrealidad Kim Kardashian hasta febrero de este año, cuando ella solicitó formalmente el divorcio. En ella y en su familia ha tenido un buen ejemplo de cómo hacer dinero a base de exponer cada paso de la vida privada y de convertir sus casas, conflictos, ideas y estilismos en una ventana abierta a todos los telespectadores que se engancharon al reality del que eran protagonistas, Las Kardashian.

El rapero, al que se le calcula una fortuna de 5.600 millones de euros, ha sumado otros 25 millones más por un proyecto que acaba de comprar Netflix por esa cantidad. Durante las dos últimas décadas el artista que odian muchos y fascina a otros tantos ha dejado que su vida se filmara. Él mismo se asoció con Clarence Coodie Simmons y Chike Ozak, los cineastas conocidos como Coodie & Chike y que fueron quienes dirigieron dos de los primeros vídeos de West, Through the wire y la tercera versión de Jesus Walks, para que fueran documentando lo que pasara en su vida. Ahora el proyecto, que aún no tiene nombre, ha sido adquirido por Netflix y se emitirá como una miniserie según ha publicado Billboard.

En la misma publicación se detalla que Simmons comenzó a grabar a West en Chicago en los años noventa y su relación servirá como columna vertebral de la serie que contará la historia del éxito del rapero y el impacto de su fama sobre él mismo y también la influencia del hip-hop en la cultura popular. Dado el entorno que rodea a West no faltará en esta docuserie su relación y evolución en el mundo de las celebridades. La serie incluirá vídeos caseros con imágenes inéditas y abordará la muerte de la madre del rapero, Donda West, y el efecto devastador que tuvo sobre él.

Según quienes conocen el proyecto, que se espera se estrene a finales de año, la producción, en la que Kanye West no tiene participación creativa, también mostrará cómo el rapero entró con fuerza en el mundo de la moda –un terreno en el que ha conseguido parte de su ingente fortuna– y su fallida candidatura a la presidencia de Estados Unidos en las últimas elecciones ganadas por Joe Biden. Aunque se desconoce si el contenido de los capítulos llegará a reflejar los erráticos últimos meses de su matrimonio con Kim Kardashian y la petición de divorcio.

Kim Kardashian y Kanye West, en la semana de la moda de París en marzo de 2019.
Kim Kardashian y Kanye West, en la semana de la moda de París en marzo de 2019.Pierre Suu / Getty

Kanye West está diagnosticado con un trastorno bipolar y su personalidad le ha llevado a hacer todo tipo de extravagancias que en algunos casos se podrían calificar de comportamiento grosero. Como cuando orinó sobre sus premios Grammy para protestar contra la industria de la música o cuando interrumpió a Taylor Swift en mitad de una entrega de premios para decir que el galardón que ella estaba recibiendo debería haber sido para Beyoncé. Por no mencionar la interioridades sobre su matrimonio que contó en su primer discurso como candidato a presidente y que marcó el principio de los desencuentros que han llevado al divorcio de la pareja.

Sin embargo también es cierto que desde su desembarco en la música estadounidense en 2004, algo que hizo con cierta chulería e incluso soberbia, aportó un estilo de hacer música fresco y nuevo y un estilismo que poco o nada tenía que ver con el que utilizaban otros raperos. Él hizo suyos los códigos de las vestimenta de la clase alta estadounidense y especialistas de la industria le atribuyen un gran talento en el campo visual que aplica por igual en sus conciertos, discos o en las obras de otros artistas que él mismo produce.

Además está su pujante recorrido en el mundo de la moda. En 2013 fundó la marca de zapatillas y equipamiento deportivo Yeezy, que actualmente está valorada entre 2.700 y 3.970 millones de euros. También tiene una línea de zapatillas con Adidas, cuyas ventas subieron más de un 30% durante la pandemia y son esperadas como agua de mayo por los consumidores ávidos de novedades. Y también ha firmado contrato con Gap, que busca con esta asociación rejuvenecer su imagen y acercar su producto a nuevos nichos de clientes. Tanto en Adidas, con quien mantendrá exclusiva durante cinco años, como con Gap, con quien ha cerrado trato hasta 2030, los acuerdos garantizan que West mantendrá el control sobre su colaboración con las dos firmas.

Su fortuna es de vértigo incluso cuando otras publicaciones especializadas como Forbes la rebajan drásticamente a unos 1.520 millones de euros. Ahora queda por ver cómo afectará a todo esto el proceso de divorcio de Kim Kardashian, aunque los medios estadounidenses cada vez apuntan más a que no será el dinero el tema que enfrente a la expareja ya que ella ha llegado esta misma semana a convertirse en milmillonaria gracias a sus propios negocios de cosmética y de ropa interior. De una forma u otra, ahora que se conoce que West también ha dejado que se grabara su vida, ambos coinciden en algo: no tener pudor a mostrarse como son guste o no al resto de la humanidad.


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