La familia de George Floyd, el hombre negro que fue asesinado en Minneapolis (Minnesota) en mayo de 2020 y que dio paso a las manifestaciones de Black Lives Matter, se plantea la posibilidad de demandar al rapero estadounidense Kanye West por difamación tras difundir durante el podcast de Drink Champs una teoría conspirativa sobre su muerte.
West se pone de lado de la policía y defiende que Floyd no fue asesinado a manos del agente Derek Chauvin, quien ha sido condenado a 20 años de muerte. Por el contrario, el rapero dice que, durante el documental ‘The Greatest Lie Ever Sold: George Floyd and the Rise of BLM’ de Candace Owens, activista conservadora, se ve claramente que se le inyectó fentanilo, que “la rodilla del tipo ni siquiera está en su cuello de esa manera”.
El fentanilo es un opioide entre 50 y 100 veces más potente que la morfina utilizado para tratar el dolor severo. La autopsia de Floyd confirmó la presencia de sustancias psicoactivas, pero una cantidad que no pudo causar su muerte. Los expertos declararon que falleció debido a la brutalidad policial.
El abogado de la familia de Floyd, Lee Merritt, tuiteó: “Aunque no se puede difamar a los muertos, la familia de #GeorgeFloyd está considerando una demanda por las falsas acusaciones de Kanye sobre la forma de su muerte. Afirmar que Floyd murió por fentanilo y no por brutalidad establecida penal y civilmente socava y disminuye la lucha de la familia Floyd”.
Kanye West fue fotografiado junto a Candace Owens durante la Semana de la Moda de París con camisetas con el lema “White Lives Matter”, las cuales van en contra del movimiento de Black Lives Matter. Esta es considerada una frase de supremacía blanca por la Liga Antidifamación y que ha sido utilizada anteriormente por grupos como el Ku Klux Klan.